El proceso para solucionar la erosión costera de Playa Salguero, se ha convertido en una suma de malas decisiones que prometen terminar muy mal para este sector, considerado uno de los más atractivos en el área urbana de la ciudad para el desarrollo turístico e inmobiliario. El Gobierno Distrital, contrató una obra para el control de dicha erosión por valor de $25.000 millones, la cual ha generado más dudas que tranquilidad. No está claro por qué después de varios años de conocerse el fenómeno y sus impactos para el sector, fue necesario declarar una urgencia manifiesta, si su solución podía gestionarse adecuada y oportunamente. A tres meses de iniciada la obra, se desconocen los diseños del proyecto y los conceptos técnicos que justificarían la selección de esta alternativa. A esto se suma la orden de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales-ANLA de suspender la obra por esta haber sido iniciada y “no contar previamente con el respectivo instrumento de manejo y control ambiental” (Resolución 2332/2023).
Grave la suspensión de obra por parte de la ANLA, quien “evidenció que se están realizando actividades de construcción de espolones, sin contar previamente con el instrumento de manejo y control ambiental que permita garantizar el manejo adecuado de los recursos naturales renovables, el medio ambiente y permite evaluar los impactos ambientales que puedan generar de las obras.” (Resolución 2332/2023).
En la matriz de riesgos (anexo al contrato de obra 003/2023), se identificó como riesgo: “Obligaciones emanadas de licencias, planes de manejo ambiental condiciones ambientales o ecológicas, evolución de tasas retributivas, uso del agua”. La responsabilidad de su trámite fue asignada al contratista y el supervisor de la obra. Cabe anotar que las obligaciones ambientales que se consignan dentro del contrato son extensivas y de obligatorio cumplimiento por parte del contratista. Esto podría constituirse en una violación al principio de Planeación de la Contratación Pública. Producto de la falta de supervisión, la obra está suspendida, pero facturando costos que la ciudad deberá asumir.
La erosión es un fenómeno que afecta a todo el Caribe Colombiano. En Playa Salguero, este hecho no es reciente pero su avance pudo haber sido acelerado por la construcción de un espolón entre las calles 23-29, en el año 2016 (Invemar CPT-GEO-003-21). A fin de una pronta solución, interesados interpusieron una Acción Popular, sobre la cual falló el Consejo de Estado en 2016, y ordenó que se tomaran acciones para frenar dicho proceso.
No obstante, lo ordenado por el Consejo de Estado, solo a partir de abril/2022, la Oficina de Gestión del Riesgo del Distrito, declaró la Urgencia Manifiesta para actuar. Esta declaratoria fue sustentada en el artículo 42 de la Ley 80 “Existe urgencia manifiesta […] cuando se trate de conjurar situaciones excepcional/es relacionadas con hechos de calamidad o constitutivos de fuerza mayor […] que imposibiliten acudir a los procedimientos de selección o concursos públicos”. Según la Real Academia Española, debe entenderse por excepcional, “Que se aparta de lo ordinario, o que ocurre rara vez”. De acuerdo con esta definición, no podría considerarse “excepcional” un proceso para el que siete años antes se ordenó gestionar soluciones. El fenómeno no es una situación excepcional, pero sí se convirtió en una desatención casi dolosa por parte del Distrito. Hubo tiempo suficiente de contratar estudios y diseños para una obra que cumpliera con el rigor técnico y requisitos legales.
Al parecer, la declaratoria de urgencia manifiesta cumplió su finalidad, permitir la contratación directa de $25.000 millones ad portas del periodo electoral. El contrato de “Construcción de la infraestructura para la estabilización de la erosión costera de playa salguera-Santa Marta, fue adjudicado a la Unión Temporal Protección Costera Playa Salguero. Pero, así como del afán queda el cansancio, de la mala planificación, quedan daños irreparables. A tres meses de iniciada la obra, existen denuncias por el uso de material inadecuado para el relleno de la playa. Y esto apenas comienza…