La evolución del talento humano y la concepción del trabajo han sufrido cambios dramáticos a lo largo de la historia. En mi opinión, estos cambios no sólo reflejan la evolución de nuestra sociedad y economía, sino que también han creado una mayor conciencia de la importancia de valorar y desarrollar el potencial humano.
De modo que en la prehistoria, por ejemplo, no se distinguía el trabajo. Los hombres se agrupaban para cazar, recolectar y pescar para la subsistencia. Esta perspectiva de trabajo se basaba puramente en la supervivencia, sin un reconocimiento explícito del talento o las habilidades individuales.
De hecho, con el tiempo, el trabajo comenzó a ser realizado por esclavos durante la Edad Antigua y la Edad Media. Estos dependían completamente de sus dueños, y no existía un reconocimiento o desarrollo del talento humano. Sin embargo, durante la Edad Media también surgieron las corporaciones, grupos de personas que realizaban una misma actividad comercial. Esto, a mi juicio, marcó el inicio de una apreciación de las habilidades laborales individuales.
Adicionalmente, la edad moderna y la época colonial introdujeron cambios significativos, incluyendo la aparición de la burguesía y las primeras huelgas. En mi punto de vista, estos eventos resaltaron la lucha creciente por los derechos de los trabajadores y el reconocimiento del valor del trabajo. Aun así, el talento humano aún no era considerado una prioridad.
Mientras tanto, a mediados del siglo XX, se comenzó a ver cambios más directos en la valoración y gestión del talento humano. La aparición del departamento de relaciones industriales en la década de 1950, el surgimiento del término "Recursos Humanos" en la década de 1970 y la madurez de la administración de recursos humanos en las décadas de 1980 y 1990, en mi perspectiva, demuestran un cambio de paradigma hacia la apreciación y desarrollo del talento humano.
Luego, desde el 2000, hemos presenciado un enfoque aún más intenso en la medición y evaluación del desempeño de los trabajadores. El término "Gestión de talento humano" ha surgido para describir una orientación centrada en el desarrollo de habilidades y competencias, y la aparición del término "coaching" ilustra un compromiso cada vez mayor con el crecimiento y desarrollo personal de los trabajadores.
A pesar de estos avances, hoy queda mucho camino por recorrer. Por eso, es esencial que se continúe evolucionando en nuestra percepción del trabajo, más allá de simplemente una fuente de ingresos o una actividad de supervivencia. Debemos verlo como una forma de autoexpresión y realización personal que aporta, primero, valor a la sociedad, segundo, a la dignificación del ser humano y, por último, cómo pilar para desarrollar habilidades y capacidades.
Por todo lo anterior, no deberíamos pasar por alto el hecho de que aún existen graves problemas laborales en muchos lugares del mundo. Es cierto, la esclavitud tradicional como la conocíamos ha sido abolida en casi todas partes, pero hoy en día vemos formas modernas de explotación laboral que son tan perjudiciales y deplorables como la esclavitud de antaño.
Así las cosas, el trabajo forzado, explotación infantil, condiciones laborales peligrosas, discriminación y falta de derechos laborales son problemas persistentes en muchos países. Millones de personas en el mundo todavía se ven obligadas a trabajar en condiciones infrahumanas, sin acceso a salarios justos, seguros de salud, sin poder lograr una pensión, sin vacaciones o tiempo libre. En este sentido, podríamos considerar que la esclavitud no se ha erradicado completamente, sino que simplemente ha adoptado formas nuevas y menos visibles.
En conclusión, los colombianos no podemos permitirnos la complacencia mientras la esclavitud moderna sigue existiendo y millones de trabajadores en todo el mundo continúan luchando por sus derechos y por condiciones laborales justas. Un ejemplo palpable es la pésima situación de los trabajadores venezolanos en Colombia, y otro, el hundimiento de la reforma laboral en el Congreso.