A lo largo de la historia han existido diversas declaraciones, constituciones o documentos, que han marcado importantes cambios en la forma de entender la relación entre los gobernantes y los gobernados.
Así las cosas, la Carta Magna de Inglaterra, que fue firmada en 1215 por el rey Juan sin Tierra, y se considera uno de los documentos más importantes de la historia del derecho constitucional; estableció que hasta el mismo rey estaba sujeto a la ley y que sus poderes no eran absolutos. Además, que ningún hombre libre podía ser encarcelado o privado de sus propiedades sin antes haber tenido un juicio justo y por un juez imparcial.
Así mismo, la Declaración de Derechos del Buen Pueblo de Virginia, que fue redactada en 1776 y estableció los derechos y libertades de los ciudadanos, incluyendo la libertad de prensa, de religión, de portar armas, de tener un juicio justo y de ser protegidos contra la autoincriminación.
Igualmente, la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica, que fue adoptada en 1776 y estableció que todos los hombres son iguales y que tienen derechos inalienables, como el derecho a la vida y a la libertad. Y, que se convirtió en un modelo para las revoluciones posteriores y sirvió de inspiración para la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano en Francia.
De modo semejante, la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que fue adoptada en 1789 durante la Revolución Francesa y estableció que todos los hombres son iguales ante la ley y tienen derechos inalienables, como la libertad, la propiedad y la resistencia a la opresión. En ella se estableció las bases para el constitucionalismo moderno y es considerada uno de los documentos más importantes de la historia política y jurídica.
También, la Declaración de los Derechos del Pueblo Trabajador y Explotado; que es un documento redactado por Vladimir Lenin, líder de la Revolución de octubre de 1917 en Rusia. Se estableció en ella que todos los ciudadanos debían tener igualdad de derechos, independientemente de su género, raza, religión o posición social, el derecho al trabajo, a una jornada laboral justa y al salario justo, educación y atención médica gratuita.
Adicionalmente, la declaración de libertad del libertador Simón Bolívar, que fue proclamada en 1813 y estableció la libertad e independencia de los pueblos sudamericanos frente al dominio español. Esta declaración inspiró a muchos otros líderes latinoamericanos y representó un importante momento en la lucha por la independencia y la autodeterminación de los países de América Latina.
De igual manera, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; promulgada en 1948 por la Organización de los Estados Americanos (OEA). En ella se establece que todos los seres humanos son iguales ante la ley y tienen derecho a la vida, la libertad, la seguridad y la propiedad, que nadie puede ser sometido a torturas, tratos crueles o inhumanos, ni a detenciones arbitrarias, el derecho a un juicio justo y a la libertad de pensamiento, conciencia y religión.
Finalmente, la Constitución Política de Colombia de 1991, que es la ley fundamental que rige el ordenamiento jurídico del país. Se reconoció el derecho a la vida, la igualdad ante la ley, la libertad de conciencia, la libertad de expresión, el derecho a la educación, la libertad de asociación, el derecho a la propiedad privada, el derecho a un ambiente sano y la dignidad humana como principio fundante de la República.
Para concluir, documentos históricos que han tenido un impacto profundo en la historia política y jurídica del mundo, han otorgado protección de la dignidad humana, han surgido luego de reiteradas violaciónes de derechos humanos o luego de revueltas, guerras o revoluciones. Pero han logrado libertad, dignidad, la paz y la concordia en muchas naciones del mundo.