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Un mañana feliz

Columnas de Opinión
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Me encanta cuando encuentro a una persona anciana feliz. Ya que estoy seguro que el sentido de nuestra vida es la felicidad y el gozo. Nada más deprimente que llegar a viejo amargado y triste porque no hemos podido realizar nuestros sueños, porque no disfrutamos de lo que hacemos y porque hemos vivido esclavizados por las emociones tóxicas de la vida. 
En estos días me encontré con una de esas personas alegres y felices a pesar de las arrugas, de los años -que son muchos-, de las pérdidas tenidas en la vida y le pregunté ¿Todo lo que ha soñado en la vida lo ha podio lograr? El viejo, con actitud sabia, me miró y me dijo: "No, Padre… no todo lo que he soñado lo he logrado pero sí todo lo que he hecho he podido experimentar que no he estado solo, que aún en los momentos de soledad física mi Dios ha estado cuidándome y amándome. La alegría que respiro y que quiero compartir con todos no es el resultado de que todo me haya salido como lo he programado sino que es el testimonio de que Dios nunca nos abandona cuando le damos nuestro corazón, he tenido muchas frustraciones y pérdidas pero ninguna de ella me ha podido hacer borrar de mi corazón la certeza de que soy de Dios y que si me dejo llevar por él podré salir adelante. Cuando murió mi esposa creí que todo se acababa, no había imaginado la vida sin ella, y lloré mucho, pero sentí el consuelo de Dios que estaba conmigo y me sostenía a pesar de que las piernas no querían hacerlo… Cuando murió mi hijo menor y no entendía nada de lo que pasaba y le decía a mi Dios que hubiera sido mejor que me quitara la vida a mí y no la de ese muchacho que apenas comenzaba a vivir, sentí que se me hacía un hueco dentro, pero en medio de toda esa oscuridad estaba la luz de Dios, tenue y débil, pero suficiente para decirme que no estaba solo y que él me ayudaría a seguir adelante… Como ve Padre, no todo ha sido bueno y fácil, pero sí en todo he podido experimentar el amor de Dios que me ha dejado y me ha impulsado a seguir". 
No supe que decir, porque no imaginé que tras de esa sonrisa sincera y apasionada por la vida estuvieran tantas situaciones duras, pero fue un momento para sentir lo que es Dios en la vida de los hombres que lo aman de corazón sincero y me animé a escribir esta reflexión y así seguir tratando de que muchos de ustedes tengan al Señor en su corazón y lo puedan amar de tal manera que él sea el soporte de sus vidas.
Ojalá hoy disfrutes lo que hagas y así vayas construyendo un mañana feliz, una ancianidad llena de sentido. Al fin y al cabo el futuro no es más que la suma de todas las experiencias que nuestras decisiones nos permiten vivir, es decir, es la consecuencia de nuestras decisiones. Por eso lo importante para tener un futuro feliz es que hoy sepas decidir y gozar cada una de las experiencias que tengas. Nadie tendrá una vejez feliz si está ahora amargado, triste y llorando todo lo que tiene que hacer. Es el momento de dar lo mejor de ti en cada una de las situaciones que vivas y además que descubras el amor de Dios que no te deja nunca y siempre te ayuda a salir adelante, esa es la manera para poder ser feliz mañana. Te bendigo y te deseo  lo mejor.