En la moneda colombiana se ha hablado de hacer algunos cambios, tema que ha sido protagonista en portadas de medios nacionales.
El pasado 23 de febrero salió a la luz pública que el Ministro de Hacienda apoyaba la propuesta de eliminar tres ceros del peso colombiano, en apoyo a lo comentado por el fiscal general de la nación, Néstor Humberto Martínez porque considera que eso le facilitará la vida a los ciudadanos, los mismos que se preguntan cómo será este proceso.
"La idea de eliminarle tres ceros a la moneda colombiana es muy buena, nos va a facilitar la vida, va a hacer más sencilla la contabilidad de las empresas (...) y ahora que tenemos más turistas extranjeros pues va a facilitar también el cambio de monedas", afirmó Cárdenas en un video difundido por el Ministerio.
Como complemento, el economista y politólogo de la Universidad de Los Andes y que actualmente trabaja en la Cámara de Comercio de Santa Marta, Lucas Gutiérrez, le dijo a EL INFORMADOR que la adopción de una política como esta para la economía local genera incertidumbre inicialmente pues no sé conocen mayores detalles de la misma.
Al mismo tiempo consideró importante que si se llegase a aprobar dicho proyecto, se llegue a permitir un régimen de transición prudente en el que puedan hacer transacciones con la moneda actual y la moneda sin los tres ceros.
Según Gutiérrez, en Santa Marta puntualmente, hay dos características principales en su economía: una vocación asociada al turismo y servicios relacionados a la misma, así como una alta informalidad laboral y económica.
“Ambos elementos generan una presión adicional para la demanda de efectivo en vez de transacciones con el sistema financiero, por lo que la medida necesita una transición que garantice la estabilidad en la dinámica económica de la ciudad”, concluyó.
El ministro Cárdenas explicó que la nueva moneda colombiana se llamará nuevo peso y habrá un periodo de transición en la que circularán tanto los billetes viejos como los nuevos.
Como ya se dijo, el impulso de este cambio se lo dio la Fiscalía al proponer esta medida como una forma de forzar a aquellos que tienen recursos mal habidos en efectivo a cambiarlos y así facilitar la labor de las autoridades que los persiguen. En el debate producido han surgido numerosas afirmaciones, muchas con matices, sobre las consecuencias de la medida.
Algunos matices serían como: muchos comerciantes aprovecharán el cambio de unidades para redondear los precios hacia arriba lo cual causará inflación.
Según un artículo de un diario recomendado a esta Casa Editorial por el profesional en economía, Gutiérrez, consideró lo siguiente: “Las experiencias pasadas sugieren que eso no pasará. En Europa, cuando se adoptó el Euro, los cálculos posteriores indican que el redondeo causó a lo sumo dos décimas de inflación temporal. En el caso colombiano, hay aún menos razones para pensar que habrá redondeo porque el cambio nuestro solo quita ceros con lo cual las cifras quedarán igual de redondas que antes del cambio”.
Rutas para el cambio
El Gobierno Nacional hizo varias precisiones sobre la ruta que se trazó para hacer el cambio y establecer el nuevo peso.
Según el ministro de Hacienda, el proyecto se radicará este mes y esperan que antes del 20 de junio esté autorizado por el Congreso de la República, el cual fijará un plazo para la entrada de estos nuevos billetes que, se estima debería ser el 1 de enero de 2019.
"Los billetes serán los mismos, no se diseñarán de nuevo, solo se le quita la palabra mil a los billetes, por eso los billetes viejos los vamos a poder seguir utilizando mientras termina su vida útil", indicó.
El ministro quiso despejar las dudas y señaló que simplemente regresaría a circular en el país las monedas de centavo, como hace varias décadas existía.
Cambios
Al intuir sobre lo que podría pasar si llegase a haber esta transición de la moneda colombiana, es lógico que existirán otros cambios en la sociedad. Propietarios que están inmersos en el negocio de restaurantes, almacenes comerciales y hasta los mismos vendedores ambulantes, se verán obligados a cambiar sus cartas de precios y etiquetas.
Algunos samarios le comentaron a EL INFORMADOR, que mientras llegue ese día del cambio, esperan estar familiarizados con el manejo de la nueva moneda y que no se confundan a la hora de hacer sus transacciones financieras y que terminen dando dinero de más o de los contrario, recibir de más.
