Una larga agonía

Los usuarios que pertenecían a Saludcoop ahora pasarán a recibir el servicio de salud por parte de Cafesalud, 4,6 millones de afiliados fueron cambiados de EPS.

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ALIANZA SEMANA-EL INFORMADOR 

A quienes vienen pidiendo que el Estado asuma la prestación de los servicios de salud se les acaba de cumplir parte de ese sueño. La liquidación de Saludcoop y el relanzamiento de Cafesalud, que el gobierno manejará totalmente, van en ese sentido.

 

Esta especie de 'nacionalización', similar a la que el Estado hizo en los años noventa para salvar a la banca, llevó a que de la noche a la mañana 4,6 millones de afiliados a Saludcoop amanecieran inscritos en otra EPS. Además, se puso fin a la oscura etapa de Carlos Palacino y sus amigos, en la que se aprovecharon del cooperativismo para hacer dinero a diestra y siniestra con la salud y la plata de todos los colombianos. Así lo pudo comprobar -y sancionar- la Contraloría General de la Nación.

Cabe recordar que en 2011 la Superintendencia de Salud intervino a este grupo que estaba conformado por más de 60 empresas y 16.000 empleados. La medida no fue fácil debido al poder económico y político que tenía Palacino. Sin embargo, a pesar de la intervención en estos años, los indicadores financieros y la calidad de los servicios a los usuarios empeoraron, hasta llegar a un punto en el que por cada 100 pesos que la EPS recibe debe gastar 104. La deuda con los hospitales y proveedores podría ser de 1,5 billones de pesos.

A pesar de estar en manos del gobierno, los interventores tampoco pudieron cortar la injerencia y los negociados de los antiguos dueños dentro del grupo solidario. Y lo que es peor, algunos políticos empezaron a usarla como si fuera una caja menor.

Para resolver de fondo esta situación crítica, el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, creó toda la arquitectura jurídica, técnica y financiera para liquidar a Saludcoop y relanzar a la nueva Cafesalud. Esta EPS, que era del grupo Saludcoop junto con Cruz Blanca, será el nuevo vehículo que recibirá a los afiliados y manejará los casi 300.000 millones de pesos que recibe del sistema cada mes. También se le creó una red hospitalaria, médica, técnica y profesional sólida. Para darle oxígeno el gobierno le inyectó 200.000 millones de pesos.

En cierta forma se creó una nueva empresa, pues todas las acreencias y líos quedaron en Saludcoop. Y para quitar cualquier sombra del pasado, en los próximos días personas designadas por el gobierno asumirán todos los órganos directivos de esa empresa y del grupo. En buena medida se hizo lo que la excontralora Sandra Morelli había recomendado hace años.

Luis Leguizamón, el nuevo liquidador del grupo Saludcoop -del que dependen en buena parte 22 empresas y 24.000 empleados-, tendrá que vender todos los activos para responder por las acreencias, que podrían ascender a 1,5 billones, sin contar con los 1,4 billones que la Contraloría le había ordenado a los antiguos dueños devolverle a la entidad. "La verdad es que la liquidación ha sido compleja, pues, además de cambios legales, se necesitó del trabajo de un equipo integrado del gobierno, que incluyó a Fogafín, experto en crisis financieras, a la Presidencia de la República, a la Supersalud y el ministerio del ramo", dijo Gaviria.

Esta decisión también hace parte de un paquete de medidas de fondo que busca resolver muchos de los líos que tienen en crisis a la salud, entre ellos Caprecom, la EPS pública que se había convertido en un lastre para el sistema. El gobierno también la liquidará y todos sus usuarios los repartirán en varias EPS (la Nueva EPS recibirá 800.000 afiliados). Caprecom recibirá del gobierno 500.000 millones para responder por las millonarias deudas que tiene con clínicas y hospitales. Precisamente, la historia de esta entidad, tomada por los políticos regionales y la corrupción, es el espejo de lo que le puede pasar a la salud cuando queda totalmente en manos del Estado. Ese es el reto que asume el gobierno al nacionalizar a Saludcoop.

En cualquier caso es un hecho que llegó el fin de la era Palacino y que los antiguos dueños de Saludcoop perdieron cualquier posibilidad de recuperar el control de la que era la EPS más grande y rica del país. El gobierno, tal y como se le pedía desde hace años, tomó por fin decisiones de fondo. Ahora habrá que esperar si esta invención logra frenar los problemas financieros y de calidad del servicio al que han estado sometidos los millones de usuarios de las dos EPS.

 



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