SANTA MARTA RUMBO A LOS 500 AÑOS

FALTAN:

Evangelio según San Lucas 4,1-13.

Evangelio
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Una vez bautizado, Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó de las orillas del Jordán y fue conducido por el Espíritu al desierto, donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días.

 

No comió nada durante esos días, y al cabo de ellos tuvo hambre.  El demonio le dijo entonces: "Si tú eres Hijo de Dios, manda a esta piedra que se convierta en pan". Pero Jesús le respondió: "Dice la Escritura: El hombre no vive solamente de pan". Luego el demonio lo llevó a un lugar más alto, le mostró en un instante todos los reinos de la tierra y le dijo: "Te daré todo este poder y el esplendor de estos reinos, porque me han sido entregados, y yo los doy a quien quiero. Si tú te postras delante de mí, todo eso te pertenecerá".

Pero Jesús le respondió: "Está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto".  Después el demonio lo condujo a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del Templo y le dijo: "Si tú eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: El dará órdenes a sus ángeles para que ellos te cuiden. Y también: Ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra". Pero Jesús le respondió: "Está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios". Una vez agotadas todas las formas de tentación, el demonio se alejó de él, hasta el momento oportuno. Reflexión: Las tentaciones de Jesus fueron: Tentación a desconfiar del Padre, como si este se hubiese despreocupado de su Hijo. Le propone que convierta las piedras en panes, esto es, pensar que Dios se ha olvidado de ti. Cristo no cedió a la tentación porque: No estaba dispuesto a hacer lo que le pidiera el diablo.



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