En medio de gritos que pedían “¡justicia!”, los moradores de Gaira acompañaron hasta la última morada a Nataly Pérez Velásquez, quien fue asesinada la madrugada del domingo.
El ataúd, con el cuerpo de la pequeña de 10 años fue acompañado por una multitud conformada por adultos y niños, quienes llevaban pancartas con mensajes para la niña y la familia.