Impuestos que pagan a la ciudad por estar propiedades de estrato 6, tienen condiciones ambientales de barrios subnormales, con las vías sin pavimentar, con vertimientos de aguas residuales y sin servicio de alcantarillado.
Por muchos años viene padeciendo la necesidad de un servicio de alcantarillado el cual lo han solicitado a la administración distrital pero las respuestas han sido nulas.
El desbordamiento de las aguas negras es uno de los lunares que atormentan a los residentes y visitantes.
El miembro de la Junta de Acción Comunal, Daniel Boada, quien reside en el sector desde hace dos años, ha tenido que presenciar las emergencias sanitarias que rodean su vivienda, una de ellas, el rebosamiento de las aguas negras y ver pasar una quebrada de aguas servidas que provienen de barrios aledaños como La Paz y atraviesa el barrio en mención hasta llegar al mar, situación que se suma al deterioro ecológico del lugar.
“Este problema ha sido de siempre, pero se ha agudizado con la construcción de nuevos edificios en poco tiempo, alrededor de 20 diría y cuando llega la temporada, hemos tenido que pagar tarifas carísimas para que venga un carrotanque y vacíe las pozas sépticas”, dijo Boada.
Ante esta necesidad, los habitantes del sector han acudido en múltiples ocasiones para que les ofrezcan soluciones concretas, pero debido a las secuelas de la antigua concesión que estuvo en la ciudad por 25 años y a la falta de planificación de obras, es lo que ha perpetuado el problema de acceso a un sistema de alcantarillado. Hay que agregar que mientras no haya alcantarillado, aumentará la probabilidad que por el momento no se dé la pavimentación.
La prolongación para que atiendan el llamado de los moradores en la Alcaldía ha sido de meses. “Fuimos con la intención que nos escucharan y nos decían que ahora no porque estaban en Los Juegos Bolivarianos, Luego que porque el alcalde estaba suspendido, después fue debido a que entraron a vacaciones y nadie trabajaba, hasta hace 15 días fue la última vez que fuimos y ahora resulta que entraron en días cívicos por los carnavales”, precisó Daniel.
EL INFORMADOR hizo un recorrido con el miembro de la JAC y evidenció inicialmente el box coulvert que se encuentra a 50 metros de la entrada principal de Bello Horizonte, tapado de maleza y fluyendo las aguas servidas.
Estos mismos fluidos atraviesan un túnel bajo la carretera negra y serpentea una propiedad hasta llegar a unos canales que bordean la vía férrea.
En estos momentos, debido a que no ha habido lluvia, estas aguas se han quedado estancadas en los canales. Aguas putrefactas que generan plaga de zancudos, exponiendo a enfermedades a los residentes.
Este mismo sistema se repite en los edificios a lo largo del sector hasta llegar al mar, vertimientos de aguas residuales que contribuyen a deteriorar el medio ambiente.
En una entrevista que esta Casa Editorial le hizo a Jaime Avendaño, que en su momento era el director del Dadma, en abril del año pasado, comentó los motivos por los cuales se producen los rebosamientos de aguas y explicó que en Bello Horizonte existe una red de alcantarillado, pero esta es ciega, es decir, que no está conectada al sistema de alcantarillado para que las aguas residuales fluyan por los ductos.
Asimismo se refirió a la nueva empresa que también en ese momento iba a entrar a funcionar en la ciudad, que es Veolia y pronóstico que esta pudiera manejar el servicio de agua y alcantarillado para dar una solución definitiva y asumiera compromisos con la comunidad, que hasta el momento no ha habido gestión sobre el tema.
