Hotel “La Ballena Azul” víctima de insultos y amenazas a través de su página en redes sociales .
El Hotel La Ballena Azul ubicado en Taganga se convirtió en blanco de todo tipo de comentarios en sus redes sociales a raíz de los casos de suicidio que se han presentado en Colombia y el mundo por un “juego” que tiene el mismo nombre del establecimiento.
Aunque al principio parecía algo jocoso que los samarios hicieran alusión en redes sociales al nombre de la empresa familiar que tiene más de 40 años prestando el servicio de hospedaje a turistas nacionales y extranjeros, estos fueron subiendo de tono y se convirtieron en amenazas.
Las solicitudes en la página de Facebook del hotel se dispararon, hasta llegar a los 3.242 seguidores, esta situación prendió las alarmas de los dueños del hotel quienes realizaron el día de ayer un pronunciamiento a través del mismo medio, donde informaron:
“Somos pequeña empresa, de carácter familiar con más de 40 años de servicio, mantenemos una estrecha relación con el pueblo de Taganga ubicado en Santa Marta, Colombia. Siempre nos hemos enfocado en el bienestar social y en el de nuestros huéspedes.
Nos encontramos particularmente preocupados por la existencia de un macabro juego que se está difundiendo por medio de las redes sociales, que lastimosamente por una triste casualidad, lleva el nombre de nuestra institución.
Más allá del daño a la imagen que estamos sufriendo por ese hecho, repudiamos dicha obra y nos encontramos muy preocupados por el efecto que se ha sucedido, ya que en las últimas semanas hemos recibido una alarmante cantidad de solicitudes de amistad en las redes sociales de una gran cantidad de niños y adolescentes que piensan que nuestra imagen se encuentra vinculada a tan macabra acción.
Hemos puesto al corriente a autoridades ya presentamos una gran angustia y miedo por el bienestar de esos inocentes seres, que como han explicado y expresado varios expertos a nivel mundial son presas fáciles para ese tipo de delincuentes.
Como declaro el mismo Obispo Auxiliar de Porto Alegre, Mons. Leomar Antônio Brustolin: “vivimos ahora en un tiempo de fuerte acento individualista, cuando las sociedades que se rigen por una lógica narcisista multiplican las iniciativas autodestructivas. Ante la crisis de afecto, de banalización del otro y del relativismo que colapsa valores comunes, el suicidio es hoy una expresión de una crisis de despersonalización”
Pedimos a los padres estar alerta ante el juego de la ballena azul que induce al suicidio
Hay que prestar especial atención a conductas extrañas y de ser posible a los contactos en las redes sociales que tienen nuestros hijos. Como padres y madres de familia que somos, sabemos lo difícil que puede resultar pero somos la primera y la última línea de defensa de nuestros hijos y hogares.
Esperamos que exista una solución rápida que permita garantizar la seguridad de nuestros niños ya que internet puede ser una gran herramienta de construcción, pero al mismo tiempo si no se canaliza con criterios apropiados, puede ser un arma en contra de nuestros seres queridos.
Esperando que la bondad, el amor y el bienestar salgan victoriosos en esta batalla.
No queda más que decir, salvo que aquí estaremos para seguir brindando el servicio y la atención que nos caracteriza. La familia del Hotel La Ballena Azul.
El hotel La Ballena Azul, es uno de los hoteles más reconocidos a nivel nacional, está ubicado en el pequeño corregimiento de Taganga, cuenta con una vista privilegiada frente al mar, la mayoría de los empleados son samarios
Cabe recordar que la práctica o “juego” macabro mal llamado “Ballena Azul” proviene de Rusia y se expande principalmente por las redes sociales de Facebook y Twitter e incentiva al daño físico mediante 50 retos, durante 50 días, que terminan con la incitación al suicidio de los jóvenes que participan en este. Actualmente, en Colombia y según información tomada del portal de noticias publimetro.co, esta práctica mortal ha cobrado la vida de cuatro jóvenes colombianos, provenientes de Cúcuta, Valle del Cauca, Caquetá y Bogotá.
Por: Vicky Cianci
Redacción EL INFORMADOR
