El superintendente financiero, Roberto Borras, prendió las alarmas por el resurgimiento del fenómeno de las pirámides o captadoras de dinero.
Dijo que después del desplome de las grandes captadoras, el organismo ha tenido que intervenir cerca de 100 firmas que no estaban autorizadas para realizar operaciones de manejo de dineros del público.
Reconoció que la situación es muy preocupante, porque los colombianos continúan entregando sus ahorros a esta clase de firmas que no tienen ninguna autorización para operar en el país.
Agregó que en más de 60 ciudades se han realizado visitas de inspección a por lo menos 600 firmas que operan de manera clandestina.
Finalmente dijo que la Superfinanciera no ha iniciado una cacería de brujas, pero que está actuando en derecho a la ley y para proteger a los colombianos.