Asunto: Agricultura Regional: un tema muy importante
leí en el diario El Tiempo la columna de Rudolf Hommes titulada "Riesgos y oportunidades en agricultura", donde el connotado economista expone algunos conceptos sobre la actividad agrícola y los retos que le esperan al próximo Ministro del ramo a partir del 7 de agosto.
Interesante artículo cuyas ideas que me permito enmarcar y trasladar a nuestra querida región del departamento del Magdalena.No es justo que la población rural del Magdalena no tenga las oportunidades de distribución de tierra productiva.
Cómo podemos concebir que núcleos agrícolas del departamento se monten al desarrollo y al progreso, si aún se continúa con el latifundio lacerante y vergonzoso donde la propiedad privada no ejerce su función social. Pueblos pobres apilados en pocas hectáreas y pésimas condiciones de subsistencia, mientras los rodean cientos de terrenos fértiles en manos de unos pocos que no viven allí. Es decir, la diferencia económica es creciente y no hay oportunidades de participar en el progreso que puede generar la agricultura comercial organizada y democrática.
Sin mencionar del sur del Departamento que es patético en este sentido, un ejemplo evidente es la Zona Bananera. 11.000 hectáreas de banano y casi 20.000 de palma africana (tal vez por parecernos a África) no han logrado elevar el nivel de vida ni el poder adquisitivo de una población de aproximadamente 17.000 habitantes distribuidos en 6 asentamientos. Creo que todo lo contrario, allí se ha empobrecido la población otrora orgullosa de su actividad bananera y donde aún se observan vestigios de un pasado glorioso.
En dicha región desde Ciénaga hasta Fundación, existen 60.000 hectáreas productivas. Se suma al problema en la Zona, una ganadería con mucha superficie pero deficiente e improductiva con una capacidad de carga de una res por hectárea que contribuye a que la lucha por la subsistencia se vuelva un reto titánico y el uso de la tierra no sea fuente de avance social.
Si queremos vincular al desarrollo económico a la comunidad rural debemos impulsar la democratización productiva de la propiedad en tierras de buena calidad como son las de la Zona Bananera.
No se trata de volver socialista el sistema local de explotación de la tierra productiva. Simplemente de ser más justos y equitativos en la distribución de la riqueza que significa tener espacios tan generosos para hacer de nuestra comunidad un eslabón vinculado efectivamente al mercado de las oportunidades. Aún es tiempo.
Cordialmente
Carlos Julio Bonett L.
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