El cantautor José Pino Manco Socarrás, un italiano nacionalizado en nuestro país y que por más de cincuenta años se encuentra radicado en la población de El Difícil, considerado uno de los más cerrados defensores de la música de acordeón,
reconocida mundialmente como vallenato, estuvo recientemente como embajador de la colombianidad en el Festival Internacional de Santa Lucía, quinto Festival Internacional de Monterrey México, acompañado de su acordeonero el rey Vallenato, Alberto "Beto" Rada y el también rey Jesús Alberto Ocampo Ospino.
El artista que desde su llegada al país se enamoró del acordeón y es uno de los más aventajados defensores del legado de la escuela musical fundada por el maestro Francisco "Pacho" Rada, aceptó la invitación de parte de las altas dignidades del extraordinario certamen que pondera la música de acordeón.
Unido con el hijo del creador del aire del son, Alberto Rada Ospino busca mantener vivo el legado del gran patricio del acordeón. Durante su visita por México aprovechó para promocionar su más reciente producción discográfica titulada "Corazón de piedra" una canción romántica del cantautor Placido Padilla Tapia que comprende doce canciones que se ha convertido en éxitos en su región y las sabanas de Sucre.
Cabe resaltar que en su visita recibió la propuesta del sello Primetime para integrar como artista exclusivo de esta multinacional disquera para la cual se encuentra preparando su primer trabajo que se distribuirá en México y Colombia.
Es de anotar que Pino Socarrás ha grabado doce producciones musicales con laureados acordeoneros de la dinastía Rada, entre ellos: Francisco "Kiko" Rada, Francisco "Pacho" Rada, Francisco "Pachito" Rada y recientemente Alberto Rada con quién ha grabado tres producciones "Gocemos la vida", "Parranda y carnaval" y "Corazón de piedra". Ha participado en producciones "Bajo el cielo de Valledupar" y "Cuando Matilde camina" entre otros.
José Pino Manco Socarrás, aspira con su talento seguir contribuyendo al folclor colombiano especialmente a la subregión del Valle del Ariguaní, tierra a la que le profesa un amor especial.