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El Input es la Educación

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Escrito por:

Jose Antonio Cortés

Jose Antonio Cortés

Columna: Palabras más, Palabras menos

e-mail: tandemcomunicacionfutura@gmail.com


En un rincón cálido de la costa caribeña colombiana, Santa Marta, un cambio significativo y profundo está teniendo lugar: la transformación de la educación y la capacitación para preparar a sus ciudadanos para el futuro laboral.   A medida que observo los avances en esta ciudad, las palabras del filósofo y educador brasileño Paulo Freire resuenan en mi mente: "La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo".

En esta ciudad, como en todas las comunidades inteligentes del mundo, la educación es la piedra angular del progreso. Pero aquí, en la costa del Magdalena, esta noción cobra una importancia aún mayor.  La educación no es solo una herramienta para el ascenso social, sino una necesidad vital en un mundo que cambia rápidamente.  La pregunta que surge es: ¿cómo está Santa Marta abordando la capacitación para el futuro laboral? Para responder a esta pregunta, es importante escuchar a los expertos, tanto locales como internacionales.

La consultora global Claudia Costin ha enfatizado que "la innovación en la educación es esencial para preparar a los estudiantes para el escenario profesional en constante cambio".   Pero las políticas educativas no son solo responsabilidad de las instituciones académicas; es un esfuerzo conjunto que involucra a gobiernos, empresas y ciudadanos. En este sentido, el gobierno de la “Perla de América” ha implementado algunos proyectos que fomentan la capacitación técnica y vocacional, brindando acompañamiento y apoyo financiero a aquellos que buscan adquirir habilidades prácticas y entrar en el mercado laboral.

El sector empresarial de Santa Marta también está desempeñando un papel activo en la preparación de la fuerza del trabajo para el futuro.  Las organizaciones locales están invirtiendo en el entrenamiento de su personal, reconociendo que colaboradores mejor capacitados son esenciales para la competitividad empresarial en un mundo sin fronteras.  Las estadísticas respaldan la necesidad de esta transformación educativa.  En Colombia, un porcentaje alto de la población entre 25 y 29 años no ha completado la secundaria hasta la universidad.  Esto es una clara llamada de atención que debe ser abordada con urgencia. 

El compromiso económico en proyectos educativos es un paso esencial para cerrar esta brecha.  A medida que observo estos avances en Santa Marta, pienso en las palabras del ex presidente colombiano Juan Manuel Santos: "Invertir en educación es invertir en el futuro de un país".  En Santa Marta, la educación se está convirtiendo en el cimiento de un futuro más brillante y prometedor.  Pero es un esfuerzo colectivo en el que todos debemos desempeñar un papel activo.

Una fuerza laboral capacitada y adaptable aportará innovación y competencia a la economía local y regional, allanando el camino para un desarrollo sostenible y una mayor calidad de vida para todos.  La capital del departamento del Magdalena está escribiendo su historia de éxito en términos de progreso educacional, este es un llamado a la acción para que todos nosotros, como ciudadanos de Santa Marta, contribuyamos a esta transformación. 

Debemos valorar el aprendizaje continuo como un activo valioso y estar dispuestos a aprender y adaptarnos continuamente. La educación no tiene límites, y su impacto no se detiene en las aulas; se extiende a nuestras vidas y al futuro que construimos juntos.  Este es un viaje emocionante y necesario, y todos somos parte de él.  Con determinación y colaboración, podemos asegurar que la ciudad esté mejor preparada que nunca para enfrentar los desafíos y oportunidades del mañana.

Comunicador corporativo.  Apasionado por los viajes, la música electrónica, la cultura glocal, la tecnología y los negocios inteligentes.



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