La venta de pescado a cielo abierto, sin control de salubridad mucho menos de productos sucede a diario en la playa Los Cocos de Santa Marta.
Especies pequeñas se venden sin que las autoridades impidan su pesca. Luego de finiquitado el intercambio comercial, la playa queda sucia y llena de restos de los peces que van desde las escamas, hasta las espinas y tripas.
Se ha denunciado varias veces, pero ni la autoridad de pesca, ni la ambiental y mucho menos la Distrital hacen presencia.