En la vereda Ojeda con el apoyo de la comunidad, líder comunal y edil, buscan la dignificación de la calidad de vida de sus 300 habitantes con proyectos que involucran obras menores como la pavimentación de ‘placa huellas.’
Con dificultades en las vías de acceso para llegar a la vereda Ojeda, perteneciente al corregimiento de Bonda, hace más de 40 años desde que empezó a ser habitada, la comunidad ha venido trabajando en pequeños proyectos, para ser incluidos en los programas de gobierno del Distrito.
A través de proyectos de autogestión liderada por comunales y el edil de Bonda, Nilson Ramírez, emprendieron la construcción de varios metros de placa huellas, en la vía principal del sector, para mejorar la movilidad del lugar.
Según el líder comunal de Ojeda, Franklin Gómez, comentó que por medio de un programa, de 100 barrios que concursaron en la ciudad, salieron beneficiados con un presupuesto de 30 millones de pesos, para que fueran invertidos en la continuación de la construcción de esta alternativa de pavimentación.
Para el mes de mayo, el edil Ramírez, había comentado que se gestionó una parte del proyecto en el sector de Mazinga, donde los mismos residentes del barrio realizaron actividades para recaudar fondos para la ejecución de la obra como: Bingos bailables, rifas, ventas de comidas, entro otros; actividades que les permitió conseguir un fondo de 1 millón 700 mil pesos, dinero que fue invertido en materiales para la obra comprendida por 12 metros de pavimentación en la primera etapa.
Por otra parte, el líder comunal espera que de este modo, otros proyectos sean creados para mejorar las problemáticas que aquejan a la comunidad como lo es el manejo de las aguas residuales, la construcción de un salón comunal y un parque donde los niños puedan jugar. “La creación de zonas recreativas son fundamentales para la comunidad”, afirmó Gómez.
