Por: Álvaro Ospino Valiente
Colaborador Especial
Después de la denuncia, el Fondo Nacional de Turismo (Fontur) adelanta la implementación de la señalización turística peatonal del Centro Histórico de Santa Marta que tiene una inversión de 1.000 millones de pesos según lo expresado en días pasados en esta ciudad, por su gerente Eduardo Osorio Lozano.
Desde 2012 cuando contrataron a la firma Steer Davis Gleave Limited Sucursal Colombia para que elaborara los estudios técnicos y diseños, surgieron serios inconvenientes en su contenido por falta de investigación y en la identificación de los sitios de la nomenclatura. La firma Colcreativa SAS contratada para la fase de elaboración e instalación, cometió graves errores en la ubicación de algunos callejones no obstante de tener visible la vieja nomenclatura, peor aún el cambio de nombre de otros.
En esa oportunidad, advertimos problemas en el nomenclátor urbano, desde mala ortografía, vacíos de información y cambio de nombres; por ejemplo, el Callejón del Negro lo denominaron Callejón de San Francisco; el Callejón de Pedro de Sales denominado Pedro Rosales, la Calle del Río denominada Callejón del Cuartel, y otros callejones donde inexplicablemente se omitieron sus nombres por falta de investigación. Hecho que obligó a la Alcaldía de Santa Marta ordenar la suspensión de esas obras, hasta tanto no se subsanaran dichos errores. Luego de un año de estar paralizadas, el material instalado aún sin entregar, acusa deterioro y revela serias muestras de falta de cultura ciudadana.
El diseño de esta nomenclatura urbana, no se integra a la atmósfera del contexto urbano, ni en proporción, color, tipo de letra, mucho menos la presentación de un ridículo escudo de la ciudad, que no aporta a la generación de sentido de pertenencia, no contribuyen al proceso de apropiación social de su patrimonio cultural, ni tampoco se articulan en la construcción coherente de rutas culturales del centro histórico. Es decir, no se sintoniza con el riguroso Plan Especial de Protección (PEP) que se elaboró con plena conciencia de sus valores.
En estos días se reiniciaron las obras con la colocación del primer tótem de información turística en la Placita Vieja (Parque de los Novios), siguen los mismos problemas de hace un año, que me hace pensar que la investigación de ese contenido fue realizado por personas que no tenían el perfil para el tema o lo peor ajenas a nuestro contexto. Seguramente tuvieron como fuentes de información los viejos directorios telefónicos que fueron copiados vilmente con todos sus horrores o más grave aún, recogieron información de las páginas web de turismo de la ciudad con todas sus falsedades replicadas.
Por otra parte, la estructura del contenido presenta una mala redacción y no aporta nada al conocimiento, carece de hechos históricos novedosos arrojados de una investigación seria, ni hechos anecdóticos que deleite su lectura, mucho menos contiene apuntes del lenguaje urbano o arquitectónico correspondiente. Apenas es el primero que vi instalado, no me imagino los otros.
La estructura del contenido me deja inquietudes dice que “En principios fue una laguneta o pozo”, la verdad es que era un área que “en época invernal se inundaba formando pozos, que en verano se secaban”. El contenido no dice cuál fue su primer nombre y los otros que tuvo; tampoco referencia hechos históricos, tampoco explica cómo se configuró su imagen actual neoclásica con el templete y las glorietas.
El resultado de este proyecto me lleva a formular las siguientes preguntas, donde detectó las fallas de este proceso: ¿Contrataron personas idóneas en el tema? ¿A quiénes contrataron? ¿Hubo socialización del contenido de la señalización en Santa Marta? ¿El contenido histórico de la nomenclatura urbana y los monolitos, fueron revisados por la Academia de Historia del Magdalena, como órgano consultor del gobierno? ¿El diseño de la señalización turística y su contenido histórico fueron revisado por el Consejo Distrital de Patrimonio Cultural, como organismo rector del Centro Histórico de conformidad con la Ley 163 de 1959 y 1185 de 2008? ¿Quién hizo la interventoría de esos estudios y si estaba preparado para revisar el contenido?
Santa Marta, la ciudad más antigua del país, no merece una señalización turística con esos errores, no puede estar expuesta a los ojos de propios y extraños. Sugiero a la alcaldía no recibir esa señalización turística, que distorsiona nuestra historia. Mucho menos recibir esas obras que son financiadas por Fontur.
