25 años del arranque de la wifi

Uno de los últimos avances es la ‘wifi de malla’ o ‘Mesh’, una red doméstica inteligente, con varios puntos de acceso interconectados, que permite que los dispositivos terminales móviles se conecten siempre al punto de acceso óptimo porque la propia red controla la conexión y la transmisión de datos, apunta.

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El desarrollo de este sistema de conexión inalámbrica, dentro de un área, entre dispositivos electrónicos y para acceder a internet, tuvo un punto clave en 1997, cuando se definió el primer estándar wifi 802.11, lo cual tuvo un enorme desarrollo.

El punto de partida de la wifi, podría establecerse en distintas etapas de su proceso de creación y evolución, pero 1997 fue un año clave en el arranque de este sistema que permite conectar sin cables, entre sí o a Internet, ordenadores, teléfonos, televisores, videoconsolas, reproductores multimedia y otros dispositivos, a través de un punto de acceso a una red inalámbrica.

En 2022 se cumplen 25 años desde que el Institute of Electrical and Electronics Engineers, IEEE (Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos) publicó la primera definición de un estándar Wi-Fi, denominado IEEE 802.11-1997 y que en los años siguientes experimentaría actualizaciones y versiones mejoradas, para adaptarse a los avances técnicos que se producían.

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“Usamos a diario la wifi, que se ha convertido en parte de nuestras vidas, pero sabemos poco sobre los aspectos técnicos de esa conexión inalámbrica, por ejemplo, sus normas, el primero de los cuales se definió en 1997, marcando el arranque de esta tecnología”, explica Guillermo Marín de la firma Devolo.

El primer estándar
Al primer estándar wifi, el IEEE 802.11, que permitía unas velocidades de trasmisión de datos de hasta 2 Mbps (megabits por segundo) le sucedieron una serie de actualizaciones, que fueron identificados añadiendo letras minúsculas al nombre original, como IEEE 802.11b o IEEE 802.11n, hasta llegar al IEEE 802.11ax o Wi-Fi 6, el más moderno y avanzado.

Casi todos conocen la palabra wifi, y quizá estén familiarizados con su principio básico de funcionamiento, dado que un gran número de dispositivos electrónicos funcionan en línea, por medio de este sistema inalámbrico, pero pocos saben qué hay detrás de las conexiones wifi, en que se basa su tecnología y que significan los términos utilizados en su ámbito, según Marín.

Explica que la abreviatura wifi significa Wireless Fidelity, (fidelidad inalámbrica) y se refiere a “una serie de redes de radios limitadas a nivel local que, en realidad, no establecen una conexión a Internet, sino al rúter, que es el dispositivo que crea dicha conexión”.



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Tipo wifi 5 y wifi 6
La nomenclatura de los estándares wifi resulta complicada para el usuario final. Por eso, en los últimos años, se han establecido nombres alternativos y más sencillos, según Marín.

“Wifi 5 es, hasta cierto punto, el nombre del estándar IEEE 802.11ac, mientras que wifi 6 es otra denominación para el IEEE 802.11ax, que es el estándar más moderno y avanzado, aunque aún no es compatible con muchos dispositivos terminales”, asegura.

Compatibles entre sí
En general los estándares wifi son compatibles con las versiones anteriores del sistema, ya que de lo contrario “las antiguallas que todavía se conservan en muchos hogares generarían problemas que impedirían las conexiones”, explica Marín, que recomienda informarse al respecto en la documentación del aparato, y sobre todo actualizar los dispositivos por cuestiones de seguridad.

Recalca que los dispositivos terminales con certificación wifi “acostumbran a ser compatibles entre sí. Por ejemplo, el estándar Wi-Fi 6 es compatible con los anteriores IEEE 802.11a, IEEE 802.11b, IEEE 802.11g, IEEE 802.11n e IEEE 802.11ac.


Gráfico de distintos sistemas electrónicos conectados a un adaptador wifi con tecnología OFDMA.

Seguridad en un sistema wifi
Los usuarios deberían, en general, desconfiar de las redes LAN (Red de Área Local) inalámbricas públicas de libre acceso, ya que nunca se pueden descartar que presenten vulnerabilidades, sobre todo en el caso de carezcan de encriptación, explica Marín, que desaconseja utilizar ‘apps’, como las bancarias, en estas redes.

Por su parte, las redes domésticas privadas, pueden protegerse con diferentes métodos de encriptación, como WEP, WPA, WPA2 y WPA3, con distintos niveles de seguridad y compatibilidad con los dispositivos terminales que se conecten, pero “la seguridad siempre empieza con la elección de una contraseña que sea lo bastante segura”, enfatiza

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Equipo informático con monitor conectado a una red wifi mediante un repetidor.

Mala cobertura
Las conexiones en los hogares tienen ‘enemigos naturales’ como paredes, techos y dispositivos electrónicos (microondas, ‘vigilabebés’ y accesorios informáticos inalámbricos) y también provocan problemas los muebles, las plantas de interior o el agua (tuberías, calefacción radiante y floreros), según Marín.

Señala que una colocación bien calculada del rúter, sin esconderlo en un armario y situándolo lo más centrado posible, ayuda a mejorar la cobertura wifi, y que cuando esto es difícil o hay que cubrir un área muy grande, pueden instalarse dispositivos técnicos que ayuden a extender el alcance de la señala.


Esquema de una red wifi de malla o ‘mesh’ con múltiples puntos de acceso.

Cómo se extiende la red wi-fi
En muchos hogares se producen errores de rendimiento del wifi porque el rúter alcanza su límite, debido a que dentro de la casa o el apartamento, el lugar desde donde llega la conexión a Internet está demasiado lejos de donde se la necesita, según Marín.

Uno de los últimos avances es la ‘wifi de malla’ o ‘Mesh’, una red doméstica inteligente con varios puntos de acceso interconectados que permite que los dispositivos terminales móviles se conecten siempre al punto de acceso óptimo porque la propia red controla la conexión y la transmisión de datos, apunta.

La calidad de la wifi puede mejorarse utilizando repetidores, dispositivos que reciben la señal del rúter y la extienden mejorando la cobertura, o soluciones Powerline, adaptadores de red que se enchufan a la corriente eléctrica y usan el cableado para transmitir datos, sin que los muros ni techos frenen la conexión y logrando que la señal alcance largas distancias, explica.