Con la fuerte lluvia que cayó hoy en la ciudad, en el río Manzanares -cuyo lecho permaneció seco por varios meses- fluyó gran cantidad de agua que posteriormente se empozó en su llegada a la playa Los Cocos.
Al parecer, la desembocadura del afluente no está del todo abierta, lo que hizo que las aguas se desbordaran. También arrastró toda clase de desechos a pesar de las varias intervenciones de limpieza llevadas a cabo por la Essmar y el Dadsa, así como por la fundación Salva tu Río.
Llantas, electrodomésticos dañados, animales muertos, residuos de alimentos, plásticos, ropa, entre otros restos, fueron a parar a la zona de la playa Los Cocos, sector donde desemboca el Manzanares.
Las basuras en su mayoría las arrojan los residentes de la zona hídrica, una problemática que ocasiona un grave impacto en el medio ambiente. Las viviendas instaladas alrededor del río carecen de sistema de alcantarillado, por lo que las aguas residuales van de sus casas directo a la afluente, lo que aumenta el nivel de contaminación.
Reubicar a las personas quienes viven en la ronda hídrica podría ser una solución para mitigar el daño medioambiental.
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