Dulcería Ricuras de mi Costa, 32 años endulzando el paladar de los samarios

Angelina Vega Gómez junto con su esposo Ariel Pallares.

Emprendimientos
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Un establecimiento en donde podrán encontrar todos los dulces típicos de la región Caribe colombiana 100% naturales.

Cocadas de coco con leche, con arequipe, panela, panelitas de leche, de mango, guayaba, coco con piña, dulces de grosella, caco, papaya, leche cortada, dulce de ñame, guandul, yuca y papa, son los sabores que se podrán encontrar en la ‘Dulcería Ricuras de mi Costa’, ubicada aquí en la ciudad de Santa Marta, un emprendimiento de Angelina Vega Gómez junto con su esposo Ariel Pallares desde hace 32 años.

Esta pareja de esposos, ambos oriundos de la ciudad de Cartagena, decidieron llegar a Santa Marta en busqueda de nuevas oportunidades y como dice el viejo refrán “nadie es profeta en su propia tierra”, trajeron su arte de las cocadas propias de allá para deleitar a propios y visitantes con productos 100% naturales.

Con más de tres décadas de existencia, la dulcería Ricuras de mi Costa también ha potencializado su clientela en importantes hoteles de la ciudad, en los San Andresitos y en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar.
Con más de tres décadas de existencia, la dulcería Ricuras de mi Costa también ha potencializado su clientela en importantes hoteles de la ciudad, en los San Andresitos y en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar.

“Empezamos en una pequeña pieza y al principio fue difícil, sobre todo por el gusto de los habitantes de la ciudad y su cultura, pero hoy en día gracias a Dios tenemos una empresa bien montada, generando empleos y a mis hijos los sacamos adelante por medio de las cocadas; uno es Policía, una hija es Administradora de Empresas y otra es esteticista”, dijo Angelina.



Antes que iniciara la pandemia contaban con 10 empleados, pero ante la coyuntura provocada por el covid-19 tuvieron que reducir el personal. Sin embargo, con la reapertura económica, nuevamente han tenido un respiro en este negocio que se encuentra ubicado en la carrera 24 con calle 22.



Gracias al arte de hacer esta variedad de dulces, arte que según Angelina lo aprendió de su familia, se han convertido en una fuente de empleo y el sustento para sus familias. Además, cuentan con una estrategia de venta que hasta los conductores de taxis salen beneficiados, ya que les ofrecen un incentivo cada vez que ellos recomiendan el lugar y llevan a sus pasajeros para que compren sus dulces y que a su vez se convierten en suvenires para el que viene de paso por Santa Marta.

Es el único establecimiento que fabrica y expende sus propios dulces y se encuentra ubicado en la carrera 24 con calle 22.
Es el único establecimiento que fabrica y expende sus propios dulces y se encuentra ubicado en la carrera 24 con calle 22.

Con más de tres décadas de existencia, la ‘Dulcería Ricuras de mi Costa’ también ha potencializado su clientela en importantes hoteles de la ciudad, en los San Andresitos y en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar.
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“La ventaja que tenemos es que somos el único negocio dedicado netamente a los dulces, aunque en la ciudad existen otras partes que los venden, pero hablando de establecimientos, somos los únicos y es gratificante ver la sonrisa del cliente apenas entra al lugar y ver nuestra variedad de dulces en el mostrador”, indicó Angelina Vega.



La mujer empresaria dejó un mensaje para los que quieren emprender sus negocios: “Lo bueno es querer hacerlo y es de lucha y constancia conseguirlo. Para emprender uno tiene que seguir adelante y luchar por lo que uno quiere aunque no sea nada fácil al comienzo”.