Tortas especiales para fechas inolvidables con Le Festín By Mafe

El próximo 5 de diciembre, se cumplirán 15 años desde que María Fernanda Julio decidió dedicarse a la repostería.

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La especialidad de este emprendimiento son las tortas, brownies y los bocaditos de dulces, todo esto personalizado y con la garantía de una deliciosa receta casera que, en compañía de la creativa decoración, prometen satisfacción completa al paladar.

Siguiendo las costumbres de su familia y el aprendizaje que tuvo en torno a la elaboración de dulces caseros, María Fernanda Julio, de 30 años, logró desarrollar un particular amor hacia la repostería en su natal Pivijay, municipio del Magdalena, que pasó de ser un pasatiempo a un oficio de tiempo de completo tras llegar a Santa Marta, hace más de 15 años.

De acuerdo con su relato, sus abuelas se dedican a la elaboración de cocadas en el pueblo y su mamá, elaborar y comercializa todo tipo de dulces típicos, desde los populares Amores Escondidos hasta arequipe casero, siendo este el principal motivo de su conexión con esta área de la culinaria.

En su emprendimiento, Le Festín By Mafe, se encarga de la elaboración de todo tipo de productos relacionados con tortas y poniendo a disposición su creatividad para complacer cualquiera que sea el anhelo de sus clientes. Su elemento más distintivo es la receta casera que utiliza para los pudines rellenos de arequipe, que en compañía de los combos dulces personalizados, se han convertido en la opción principal de muchas personas que prefieren sus preparaciones para cualquier tipo de eventos.

El próximo 5 de diciembre se cumplirán 15 años desde que nació la idea de dedicarse a vender tortas, sin embargo, no fue un camino fácil porque, estando en Pivijay, se le hacía muy difícil formar un negocio sólido y obtener mayores oportunidades de crecimiento laboral.
La especialidad son las tortas personalizadas hechas con una receta casera.
La especialidad son las tortas personalizadas hechas con una receta casera.
“Yo inventaba recetas allá en mi casa y le repartía a mis compañeras. Cuando llegué a Santa Marta, el primer curso que hice fue el de Repostería, pero a la final lo dejé de ejercer y seguía haciéndolo para mis amigas y familiares”, cuenta.

Luego de un tiempo en la ciudad y a través de EL INFORMADOR, aplicó a una beca de la Fundación Pepe Vives de Andréis, que le permitió adelantar estudios en Cocina, Mesa y Bar en la Corporación Bolivariana del Norte; no obstante, terminó estudiando Atención a la Primera Infancia por creer que no tendría el dinero suficiente para cubrir todos los gastos que implicaban continuar con los estudios de Gastronomía, que era lo que ofertaba la CBN en esos momentos.


Luego de graduarse, ejerció durante un año como docente de preescolar y mientras se dedicaba a eso, continuaba horneando tortas, cupcakes o brownies por pedido para sus compañeros de trabajo. En ese momento sus habilidades empezaron a ser tema de conversación logrando hacer crecer lo que ya se venía formando como un pequeño negocio, que hoy en día ya tiene más de dos mil seguidores en redes sociales.

“Yo donde estoy siempre estoy dedicada a la pastelería, yo siento que Dios nos va mostrando los que de verdad nos corresponde y al final entendí que esto es lo mío, porque di tantas vueltas en la vida, hice tantas cosas, y terminé en lo que había escogido en un principio”, afirma.

En Instagram, su emprendimiento lo encuentran como lefestinbymafe_resposteria, en donde pueden cotizar cualquier idea para tortas y sorprenderse con los nuevos productos que pone a disposición de los clientes cada semana, todo basado en la creatividad.