Alejado de focos y escenarios, y disfrutando de una discreción a la que no nos tiene acostumbrados, así es como el cantante reconocido en los cinco continentes, "que presume de ser español donde va", festejó su 80 cumpleaños.
Consciente sin embargo de los rumores que atribuyen esa "soledad elegida" a una retirada impuesta por motivos de salud, se vio obligado a asegurar hace unos meses que estaba "DPM", pidiendo, eso sí, disculpas por esa manera tan mal educada de expresarse, porque Julio es así.
Y también del que aseguran que se ha acostado con 3.000 mujeres -"Ni se te ocurra desmentirlo", dicen que le dijo a su mánager- y que sigue recibiendo todas las semanas marisco fresco de su amada Galicia, a la que dedicó "un canto". Leyenda o no, sus 55 años en el campo de la música han dado para mucho y si el descanso es elegido, merecido lo tiene.

Su vida ya no fue igual
Su debut fue en 1968 cuando ganó el festival de Benidorm con "La vida sigue igual". Sin embargo, el espaldarazo definitivo le llegó cuatro años después, en 1970, cuando quedó cuarto en Eurovisión con "Gwendolyne", canción con la que lideró las listas de ventas de varios países, lo que se tradujo en múltiples giras que no tardaron en pasar factura a su primer matrimonio, con Isabel Preysler, madre de sus tres hijos mayores.
El deseo de poner distancia y un contrato millonario le llevaron entonces a fijar su residencia en Miami, donde se trasladaron poco después, por motivos de seguridad, sus hijos y su padre, el doctor Iglesias Puga, "Papuchi", secuestrado por ETA en 1981. Fue allí donde, permanentemente bronceado, comenzó a relacionarse con otros artistas y se instaló en una vida de lujo.

El "gran Julio".
El lanzamiento de "Hey" le consolida como una estrella internacional, las mujeres se rinden a sus pies y llena conciertos en los más importantes foros mundiales, algunos improvisados como las pirámides de Egipto, donde actuó en 1981 invitado por el entonces presidente egipcio, Anuar el Sadat.
La década de los 90 fue la de sus últimos grandes discos de estudio, "La carretera" o "Tango". Graba con Sinatra, Dolly Parton y Sting. La madurez musical coincide con otro momento clave en su vida y que es el inicio de su relación con la eternamente joven Miranda Rijnsburger, con la que no se casaría hasta 2010 tras el nacimiento de sus cinco hijos.

En agosto de 2020 las alarmas sin embargo se disparan al salir a la luz unas impactantes imágenes suyas donde se le ve caminando con serias dificultades mientras es sostenido por dos enfermeras. El cantante se vio obligado a explicar entonces que había sufrido una caída tonta en su mansión de Punta Cana donde se instaló durante la pandemia, pero ya nunca más volvió a actuar.
Diez temas que son historias
- La vida sigue igual
- Gwendoline
- Un canto a Galicia
- Soy un truhan, soy un señor
- Hey
- De niña a mujer
- To all the girls i´ve loved before
- Lo mejor de tu vida
- Me va, me va
- La carretera
Memorias
Admirado, a veces criticado, su leyenda se ha construido en los cinco continentes sobre un sinfín de especulaciones, que se espera aclare en las memorias a las que está dando forma desde su mansión en Bahamas.
La comentada rivalidad con su hijo Enrique será uno de los capítulos más esperados. Pocos entienden que siendo los dos cantantes españoles que más discos han vendido en Estados Unidos no hayan colaborado alguna vez en sus carreras.
Intimidades familiares aparte, prometen también las anécdotas del hombre que puede presumir de haber actuado ante los líderes más poderosos del mundo. Nancy Reagan era tan fan del cantante que logró convencer al presidente Ronald Reagan para invitarle al concierto de Navidad en la Casa Blanca en 1983.
Admirado, a veces criticado, su leyenda se ha construido en los cinco continentes sobre un sinfín de especulaciones, que se espera aclare en las memorias a las que está dando forma desde su mansión en Bahamas.