Bairon Bolaños Quiroz, un joven nariñense de 17 años, decidió recorrer 1.572 kilómetros desde su municipio El Tablón de Gómez, en Nariño, para estudiar Ingeniería Agronómica en la Universidad del Magdalena, convirtiéndose en uno de los 1.359 nuevos estudiantes del segundo semestre de 2024.
Lejos de su hogar y con la incertidumbre propia de un estudiante primíparo, Bairon Bolaños dejó su tierra natal, El Tablón de Gómez, en el departamento de Nariño, para emprender un nuevo camino en la Universidad del Magdalena. Con tan solo 17 años, tomó la valiente decisión de mudarse a Santa Marta para cumplir su sueño de convertirse en ingeniero agrónomo, una profesión que lo conecta con sus raíces campesinas.
"Me vine a estudiar aquí porque la Universidad es muy buena y tiene muy buenas recomendaciones", afirmó Bairon, quien fue motivado tanto por la calidad académica de Unimagdalena como por la oportunidad de vivir nuevas experiencias en una ciudad diferente.
Desde pequeño, Bairon estuvo vinculado al trabajo en el campo, ayudando a sus abuelos en los cultivos de café y en la cría de ganado. Esa cercanía con la naturaleza fue lo que lo impulsó a seguir la carrera de Ingeniería Agronómica, con la meta de contribuir al desarrollo del sector agropecuario y participar en proyectos de reforestación en zonas afectadas por el cambio climático.
"Quiero ayudar a todo lo relacionado con el campo", expresó con determinación el joven, quien ya visualiza su futuro en Santa Marta, donde planea establecerse y trabajar una vez obtenga su título
Su padre, Bairon Bolaños Buchelli, quien lo acompañó durante sus primeros días en la ciudad, no pudo evitar emocionarse al hablar de la partida de su hijo.
"A uno como papá le da duro, pero esa es la ley de la vida: que los hijos vuelen y conozcan nuevas oportunidades y que salgan adelante". Pese a la tristeza de la despedida, su orgullo es inmenso al ver a Bairon convertirse en el primer profesional de la familia.
El joven, que creció en una familia de agricultores, no solo busca continuar con el legado campesino de sus padres y abuelos, sino también innovar y aportar al campo desde una perspectiva técnica y profesional. La decisión de estudiar en Santa Marta, pese a la distancia, refleja su compromiso con este propósito y su deseo de abrirse camino en una nueva tierra, que ya considera su hogar.
Con un futuro prometedor por delante, Bairon Bolaños representa a cientos de jóvenes que, con esfuerzo y determinación, buscan transformar sus vidas y las de sus comunidades a través de la educación superior profesional.
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