La infertilidad se ha convertido en una enfermedad frecuente, pues una de cada seis parejas heterosexuales tiene dificultades para concebir, según la OMS.
Cada 4 de junio se celebra el Día Mundial de la Fertilidad con el propósito de dar a conocer los problemas que viven algunas personas para concebir y a su vez, destacar los avances médicos en los que la reproducción asistida es una de las alternativas para alcanzar el anhelo de traer una vida al mudo.
Pero, ¿qué es infertilidad?
Hablar de infertilidad es cuando no se produce un embarazo pasado un año de relaciones sexuales sin utilización de métodos anticonceptivos, o bien cuando hay una dificultad para mantener un embarazo.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la infertilidad se ha convertido en una enfermedad frecuente, pues una de cada seis parejas heterosexuales tiene dificultades para concebir y más de 100 millones de personas en el mundo la sufren.
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Al catalogarse como una enfermedad, la OMS ha promovido la reproducción asistida, con el propósito de eliminar los estigmas en torno al tema y así, las personas puedan cumplir con su proyecto de vida familiar.
Los tratamientos de reproducción asistida no son solo para personas con infertilidad
Los tratamientos de reproducción asistida son utilizados también por las familias monoparentales y homoparentales que desean tener hijos o hijas, y necesitan de una asistencia médica para lograrlo, o incluso para las personas que no ven alineado su proyecto de vida actual con tener hijos y deciden aplazarlo.
¿Cómo se puede mejorar la fertilidad?
Existen ciertos consejos o medidas que pueden aplicarse tanto al hombre, como a la mujer que pueden beneficiar a la hora de estar preparada para conseguir un embarazo, además dotarte de una mejor salud en general:
Llevar una dieta sana y equilibrada: introducir alimentos ricos en antioxidantes y vitaminas, como las verduras y las frutas, alimentos con ácido fólico y omega 3.
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Controla tu peso: la obesidad es uno de los principales culpables de los problemas con la ovulación, de la calidad de los espermatozoides, y además, de incrementar el riesgo de complicaciones durante el embarazo y el parto. Aunque también está demostrado que estar por debajo de tu peso ideal puede traer complicaciones.
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Realizar ejercicio físico con frecuencia: esta medida previene el sobrepeso y además reduce el estrés, lo que ayuda por partida doble a la salud reproductiva.
Fuera el estrés: el estrés y la ansiedad son dos cosas que no ayudan nada cuando se quiere lograr un embarazo. La práctica de meditación o yoga pueden servir para aliviar este estado mental, al igual que realizar actividades tranquilas en pareja para llevar el asunto con calma.
