Paola Baldomino es una ‘cataquera’ de 29 años que lleva tres navidades realizando este arte para su pueblo.
Por: Caroline Bernier
Redacción
EL INFORMADOR
El 7 de diciembre es un día muy especial para los colombianos, debido a que es una fecha en la que tiene lugar la tradición del Día de las Velitas, establecido por el Papa Pío IX en la bula Ineffabilis Deus el 8 de diciembre de 1854, por ser el día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, en la que como tradición, se prenden velas para ‘dar luz’ y homenajear a la madre de Jesús.
Por ello, y en ánimo de mantener esta práctica que da inicio a las fiestas navideñas, Paola Baldomino, oriunda del municipio de Aracataca, Magdalena, ha conservado este festejo durante tres años consecutivos comercializando velas personalizadas, de las cuales escogió para esta temporada, promover el mensaje de la paz.
“Para esta temporada propuse ‘la vela de la paz’ que acá en Aracataca la utilizamos el 1 de diciembre, día en el que acostumbramos a encender una vela en la puerta de cada casa de 6:00 de la tarde a 7:00 de la noche. Entonces lo que hice fue comprar velas y velones blancos, los cuales decoré con la palabra ‘paz’ y les puse una palomita; y a las velitas más largas, las palabras ‘paz y amor’”, expresó la emprendedora de 29 años.
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Diferentes presentaciones
Los que adquieren estas velas particulares pueden escogerlas en distintas presentaciones. “Son velas de 15 centímetros de largo x 1.8 centímetros de grosor, que vienen divididas en paquetes de diez unidades, cada una con nombres o deseos que yo misma plasmo; y pueden ser blancas con letras doradas o de colores con letras blancas. Las empaco en una bolsita transparente con una cinta, una tarjeta agradeciendo por la compra y el nombre del cliente. Aparte, también vienen empacadas en cajas para obsequios con una nota para alguien especial a quien le queramos hacer un detalle para esta fecha”, dijo Baldomino, quien además es víctima del conflicto armado desde el año 2004, cuando fue desplazada de su pueblo y, asimismo, víctima indirecta de homicidio y desaparición forzosa de su padre, de quien heredó el arte de las manualidades y del cual, aún no se sabe de su paradero.
Para esta temporada, la joven emprendedora envió un mensaje de paz y amor a través de sus velas personalizadas.
“Me sentaba a su lado a verlo tejer, por lo que me enseñó a hacer el tejido de macramé con mimbre y desde allí empecé a elaborar muchísimas cosas y a aprender cada día más”, mencionó.
Tanto ha trascendido su arte que para esta temporada ha enviado sus velas personalizadas a lugares como los municipios de La Gloria y Curumaní, Cesar; Puente Nacional, Santander; Sogamoso, Boyacá; y a las ciudades de Santa marta, Barranquilla, Bogotá, Cali y Valledupar.
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De igual forma, esta joven emprendedora comercializó velas para la tradicional Corona de Adviento, también de manera personalizada.