Se trata de dos proyectos que trabajan a favor de la población víctima del conflicto en procesos de reintegración social y posconflicto.
Con el objetivo de promover la construcción de paz, que posibilitan la reconstrucción del tejido social en el territorio samario, el Fondo Distrital de para la Cultura y las Artes, Fodca, está apoyando mediante su convocatoria a algunos proyectos que reconocen en las víctimas un papel determinante para la construcción de memoria y desarrolla acciones culturales.
Este proyecto se realiza también en aras de promover la resignificación y reivindicación de los derechos de las poblaciones que han sido afectadas por la violencia en diferentes territorios de la capital del Magdalena.
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Desde los proyectos ganadores del Estímulo de Creación para Producciones Audiovisuales, ‘Arriba y abajo, El Mismo infierno’ y ‘Cicatrices’, se trabaja en un guión de largometraje cinematográfico, encaminado al ejercicio de los derechos culturales de las víctimas del conflicto, y para el reconocimiento de los hechos de violencia, la verdad, y la no repetición en la reconstrucción de su memoria y de sus proyectos de vida en la ciudad.
Brayan Oróstegui, quien está creando el guion de un largometraje de ficción que recoja las consecuencias que el conflicto ha esparcido en la Ciénaga Grande, el río Magdalena y la Sierra Nevada, resaltó: “considero que dentro de los aportes está en representar fragmentos de una época violenta, pero no revictimizando a las personas, sino desde su perspectiva, generar un mensaje universal, el cual pueda entender mucha gente que vivió el conflicto y personas que no vivieron este suceso y ese mensaje es a la no repetición”.
Entre tanto, Lizeth Vega, destaca que, desde su guion de largometraje cinematográfico, el cual busca fomentar herramientas para la reconstrucción de la memoria histórica, precisó que, “nuestro principal enfoque con el proyecto es definitivamente el perdón, cuestionarnos un poco más como país, ver la guerra y el conflicto como un asunto de todos, que debemos entender, comprender, reflexionar, abrir esa puerta hacia el otro, no como una justificación, sino como una comprensión de humanos a humanos y de indagar en el conflicto, lo que hemos sido como país. La guerra en Colombia se ha prolongado, entonces es necesario escudriñar para seguir construyendo lo que somos y dar un paso hacia eso, precisamente, perdonar y comprender, para poder pasar la página”.