Tercer día de la novena a la Virgen de la Candelaria

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Alrededor del 1400 apareció la Virgen de la Candelaria en las Islas Canarias. De las Islas Canarias la devoción se propagó a América. Hernán Cortés llevaba al cuello una medalla de esta imagen. Fue declarada Patrona Principal del Archipiélago en 1867 y Coronada canónicamente en 1889.
Oración preparatoria

Querida Virgen de la Candelaria: nos reunimos junto a ti. Traemos nuestra devoción y nuestro cariño. Acéptalo, Madre nuestra. Déjanos contemplar tus virtudes y enséñanos a imitarlas. Que nos parezcamos a ti cada día más, para agradar al Señor como tú lo hiciste y vivamos así, en paz y alegría y lleguemos luego a compartir contigo la dicha eterna de la gloria. Amén.

Letanías

Señor, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.

Virgen de la Candelaria.
Ruega por nosotros.

Oración del día

Ahora pedimos a nuestra Virgen de la Candelaria la gracia de este tercer día de la novena.

Diálogo 

- Oh, Virgen de la Candelaria, más que todas las criaturas bienaventurada: te rogamos que hoy tu alma esté con nosotros para tributar nuestra adoración a Dios.

Pueblo: “Dios te salve, María”.

- Exalta, tierra entera, a nuestra amadísima Señora.

Pueblo: “Dios te salve, María”.

Apiádate, Señora, porque de cuantos en ti confían, tú eres el puerto de salvación.

Pueblo: “Dios te salve, María”.

- Líbranos, Señora, de todos los peligros, sobre todo de los temporales de viento y granizo y de la condenación eterna. Pueblo: “Dios te salve, María”.

- Oh, María, nuestra esperanza nuestro amparo y nuestro auxilio, muéstranos el camino a Jesús.

Pueblo: “Dios te salve, María”.

Día tercero

Virgen Inmaculada de Candelaria: tú que no dudaste de poner a tu hijo Jesús en las manos de Simeón, sabiendo como rogaba en el templo por la gracia de ver al Redentor: haz que también nosotros suspiremos por tener a Cristo en nuestro corazón y así tú puedas entregarlo a Dios. Así sea.

Tres Avemarías.



Oración final

Te damos gracias, Madre y Señora nuestra. Somos tus hijos y nos ponemos en tus manos, para que nos eduques y logres hacer de nosotros verdaderos hijos de Dios, cristianos santos y alegres. Amén.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

Santísima Virgen de la Candelaria.
Ruega por nosotros. (3 veces)





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