Así ha sido la lucha de Colombia en los últimos 40 años contra el VIH

Si bien la ciencia y la tecnología permiten que una persona con VIH/Sida lleve una vida normal, hay un rezago social frente a la enfermedad.

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La mejor manera de enfrentar el VIH es desde la prevención, y hoy en día existen diferentes formas de prevenir la transmisión del virus, que van desde el uso del condón, pasando por los procesos de asesoría y educativos, y el suministro de medicamentos.

Hoy se conmemora el Día Mundial del VIH, el Ministerio de Salud y Protección Social promueve la campaña "Enfrentando Desigualdades, 40 años de respuesta al VIH", con la que se llama la atención en que, más allá de las alternativas preventivas y de que los tratamientos son cada vez más eficaces en mantener a raya el virus, existe una deuda social en generar las condiciones de igualdad y de respeto a los derechos humanos, necesarias para avanzar en el control de la epidemia.

Señaló Ricardo Luque Núñez, coordinador del Grupo Sexualidad y Derechos Sexuales Reproductivos, que "tras cuatro décadas de la aparición de la pandemia por VIH/Sida en el mundo, hoy en día la enfermedad no necesariamente es mortal, es un evento crónico manejable, donde con una serie de estrategias de promoción de la salud (educación sexual, campañas de información) y de intervenciones biomédicas (condones, pruebas, medicamentos), es posible cortar la cadena de transmisión y donde las personas afectadas por el virus pueden llevar vidas largas y saludables".

Sin embargo, a pesar de estos avances, aún hay un fenómeno que sigue preocupando, y es que se sigue generando una reacción social negativa frente a la enfermedad, caracterizada por negación, estigma, hostilidad, rechazo, culpa, sojuzgamiento y condena de las personas afectadas".

"Las reacciones basadas en prejuicios e intolerancias, la desinformación, las visiones moralizantes, y la segregación de las personas y comunidades más afectadas, parecerían no dar tregua y multiplicarse en múltiples escenarios que serán difíciles de controlar sin una verdadera agenda que propicie el respeto a los derechos humanos", insistió el funcionario.

Ante ese escenario se hace un llamado a los procesos educativos, el accionar de las comunidades y el promover escenarios de denuncia, donde se reconozcan las graves consecuencias que para la vida de los individuos y para la vida comunitaria, tiene este tipo de actitudes.

Por lo mismo, señaló Luque, "hoy 1 de diciembre, y tras vivir todos en carne propia muchos de los escenarios de limitación de las libertades, falta de oportunidades educativas o laborales, de aislamiento y encierro generados por la covid-19, es necesario reconocernos en la humanidad, en el rostro de las personas afectadas por el VIH".

Y añadió que "es fundamental reflexionar sobre las violencias sobre las cuales el VIH vino a llamar la atención, sobre las circunstancias sociales de desigualdad, de desplazamiento forzado y de migración, sobre la necesidad de tranzar el cuerpo por dinero o acerca de la persecución infame a las personas señaladas como sospechosas o enfermas por ser quienes son, factores todos que determinan la expansión de la pandemia por VIH".

Prevención

La mejor manera de enfrentar el VIH es desde la prevención, y hoy en día existen diferentes formas de prevenir la transmisión del virus, que van desde el uso del condón, pasando por los procesos de asesoría y educativos, y el suministro de medicamentos mediante los cuales se corta la cadena de transmisión. "Si las diferentes alternativas se emplean en forma combinada se potencia el efecto preventivo", enfatizó Luque.

En tal sentido se recuerda a la ciudadanía que el uso correcto y constante del condón sigue siendo la manera más efectiva para evitar adquirir el VIH, así mismo no compartir jeringas, agujas ni equipos de tatuaje. No mezclar sexo con drogas y alcohol, y mantener un diálogo con la pareja sobre las medidas de protección.

Acciones

Desde el Ministerio se insta tanto a EPS como a IPS, a promover acciones en el desarrollo de capacidades en el talento humano en salud para mejorar la calidad y el acceso efectivo de la salud de las personas que viven con VIH/Sida. Así mismo a realizar intervenciones de promoción de la salud que incluyan información y educación en relación con derechos sexuales y reproductivos y a la prevención de enfermedades de transmisión sexual.