Jesús Misericordiosísimo, cuyo Corazón es el amor mismo, acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios mismo, en medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en tu misericordia y unidas a Ti, ellas cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Estas almas no serán juzgadas severamente, sino que tu Misericordia las envolverá en la hora de la muerte.
Coronilla
Usando una cuenta del Rosario empezamos con:
Padre Nuestro... Ave María... El Credo...
Al comenzar cada misterio decimos:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero.
En cada cuenta pequeña decimos:
Por Su dolorosa Pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Al finalizar los cinco misterios de la coronilla decimos:
Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.