La historia de la Virgen de la Medalla Milagrosa se remonta a 1830, cuando Santa Catalina Labouré, una monja de las Hijas de la Caridad, se encontró con la Virgen María en la capilla de su convento en París, Francia. La Virgen le pidió a Santa Catalina que creará una medalla con su imagen, y le dijo que todos los que la lleven recibirían grandes gracias.
Escudo de la Orden del Santo Sepulcro. | Crédito: Mathieu Chaine / CC BY-SA 3.0
A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María ‘llena de gracia’ por Dios había sido redimida desde su concepción.
