La mujer, hija, hermana, esposa, madre y abuela, será despedida hoy a las 9 de la mañana en el cementerio Jardines de Paz.
Si hay una persona que vivió intensamente su vida como mujer, hija, hermana, esposa y abuela, fue Mercedes Campo de Pinedo, quien ayer en la mañana partió a su encuentro con el señor a la edad de 71 años.
Como mujer, Merce, como se le decía cariñosamente, fue bendecida por su nacimiento en un hogar en el que se cimentó fuertemente todas las virtudes que puso a disposición de los magdalenenses y a través de las obras sociales que apoyó, adelantó y en donde trabajó incansablemente.
Sus padres, Alfredo Campo Murcia y Lourdes Vives de Campo, fueron su ejemplo para que ella hiciera con su hogar reflejo en donde nació y se crió junto con sus hermanos, Lourdes, Tere, Alfredo, fallecido, María Elena, Eduardo, Fernando, Raquel, María Cecilia, Silvia Rosa, Martín, Alicia y Manuel Campo Vives, quienes siempre recordarán a su hermana Mercedes con cariño y mucha dedicación.
Sus hermanos también fueron importantes en su vida, ya que con ellos formaron una familia en donde todos eran unidos, abrazados el uno con el otro para realizarse como personas siempre bajo la orientación de sus padres y con la devoción católica que tenían hacia la Virgen Santísima y hacia Papá Dios. Merce hizo de sus hermanos, hijos suyos, dando igual amor y cariño como corresponde a una buena hermana.
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Como esposa fue excepcional; fue una pareja que compartió momentos alegres, tristes, reconfortables; fueron esposos, y amigos que juntos unieron sus fuerzas para apoyar todas las obras que Merce adelantó en cada una de las campañas políticas de su esposo Miguel. Merce era la primera, siempre presente y siempre atenta a solucionar los problemas de la comunidad. Como madre, su corazón quedó herida de por vida cuando falleció su adorable hija María Mercedes a la temprana edad de 23 años. El amor de su esposo Miguel, de sus otros hijos, Miguel Alfredo y José Luis, el amor de su mamá Lourdes Campo de Pinedo y el de sus hermanos, fueron un bálsamo que atravesó el corazón en ese duro trance que vivió y del cual nunca se pudo reponer.
Sus hijos y sus nietos fueron para ella el motivo de su vida y alegría después de ese triste fallecimiento de María Mercedes.
Imaginamos y sentimos mucho el dolor que están atravesando su esposo Miguel Pinedo Vidal, sus hijos Miguel Alfredo Pinedo Campo y Carolina Ariza y sus pequeños hijos; José Luis Pinedo Campo y su esposa Laura Zúñiga de Pinedo y sus queridos hijos. Igualmente, la familia Vives Campo expresa también su más sentido pésame a su madre Lourdes Vives de Campo, a sus hermanos, cuñados y sobrinos que ahora tienen un dolor inmenso en su corazón, pero sienten el consuelo de que Merce descansa en paz junto a su adorada hija, su papá Alfredo Campo Murcia, su hermano Alfredo Campo Vives, junto a papá Dios y a la Virgen María, que fueron siempre su guía y camino en esta vida terrenal.
