La venta informal de tinto es una práctica común en Santa Marta, con la llegada de los venezolanos la competencia a aumentado.
Decenas de samarios se dedican a diario a la venta informal de tinto, la bebida nacional apetecida por los colombianos.
Sin embargo, los venezolanos que han llegado del vecino país en busca de oportunidades, han optado por esta práctica para sustentarse diariamente.
Con la llegada de los venezolanos a la ciudad, la demanda del tinto ha aumentado, lo cual ha generado una ‘rivalidad’ entre la competencia de las ventas.
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Vendedores locales aseguran que muchos dejaron de vender debido al incremento de extranjeros realizando el mismo oficio.
No obstante, hay quienes aseguran que llevan toda su vida practicando este oficio y no se han visto afectados por la llegada de los venezolanos. Por el contrario, comparten esta labor con una competencia sana.
Este es el caso de Rafael Jiménez, vendedor de tinto en Santa Marta, oriundo de Piojó, Atlántico y quien lleva más de 27 años de estar vendiendo tinto en la ciudad.
Rafael asegura que sus ventas no se han visto afectadas por los venezolanos que también se dedican a vender tinto y, por el contrario, comparten una sana competencia.
Asimismo, algunos venezolanos aseguran que recién llegados fueron discriminados en su momento, pero que luego de dejarse conocer y tener tiempo trabajando entienden que solo han venido a ‘rebuscarse’.