El reconocido artista samario Carlos Vives publicó una columna de opinión en el periódico El Tiempo donde invita a los colombianos a revisar las verdaderas circunstancias detrás de la fundación de Santa Marta.
En su artículo, Vives propone que la ciudad, la primera urbe moderna establecida en América del Sur, no fue fundada exclusivamente bajo la narrativa de conquista y violencia que suele atribuirse a la llegada de los españoles, sino como un "sueño de convivencia" entre los colonizadores y los pueblos indígenas que habitaban la región.
Lo que está en juego es nuestra identidad, entender y decidir quiénes somos. Estemos a la altura de lo mejor de nosotros mismos. Por fortuna, está en la historia. Los invito a leer este artículo que escribí hoy para @ELTIEMPO sobre la celebración de los 500 años de Santa Marta.…
— Carlos Vives (@carlosvives) September 8, 2024
Lea la columna completa aquí: Carlos Vives escribe sobre Santa Marta: '500 años, el pacto de nuestro origen’
Vives destaca el papel del fundador de la ciudad, Rodrigo de Bastidas, y su relación con los caciques de los pueblos indígenas, a quienes describe como "viejos amigos" que lo recibieron con calidez a su llegada en 1525. La intención de Bastidas de respetar a los nativos y fomentar una relación pacífica con los Tayronas contrasta con la visión impuesta por otros colonizadores de la época, lo que finalmente desencadenó su asesinato a manos de sus propios compañeros, quienes estaban en desacuerdo con su trato hacia los indígenas.
El artista también subraya la importancia de la figura del cacique de Bonda y cómo este, tras la muerte de Bastidas, rompió el pacto de paz que había establecido con los recién llegados. Para Vives, este episodio representa una oportunidad perdida para crear una sociedad basada en la armonía entre culturas.
A lo largo de su texto, Carlos Vives reflexiona sobre la mezcla de luces y sombras en la historia de Santa Marta, y cómo esa herencia mestiza, que integra lo indígena, africano e hispano, sigue definiendo la identidad de los colombianos. Asimismo, hace un llamado a dejar de lado los sesgos ideológicos y a celebrar la diversidad y riqueza cultural que se ha forjado en la región a lo largo de los siglos.
Finalmente, el cantante sugiere que, 500 años después, Colombia tiene la oportunidad de recuperar ese pacto de unidad y convivencia que se perdió con la muerte de Bastidas, promoviendo un diálogo sincero con los pueblos indígenas, los "hermanos mayores" de la Sierra Nevada, y valorando los aspectos positivos de la historia compartida del país.