A quien me sirva, el Padre lo premiará
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto.
El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna.
El que quiera servirme que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre.
Reflexión: Si estamos dispuestos a emprender o continuar el seguimiento de Jesús, entonces nos espera el premio más grande que pueda existir: la honra por parte del Padre.