Vayan y proclamen que el Reino de los cielos está cerca
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles: Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.
Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente.”
No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.
Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir.
Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella.
Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes.
Reflexión: Meditemos sobre nuestros deberes como bautizados. ¿somos como Bernabé? ¿dejamos todas nuestras cosas en manos de Dios y al servicio de los necesitados? ¿nos mueve celo apostólico? ¿o solo buscamos nuestro propio beneficio?