El más pequeño de ustedes es el más importante
En aquel tiempo, se suscitó entre los discípulos una discusión sobre quién sería el más grande.
Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, tomó a un niño y acercándolo, les dijo: “El que recibe a este niño en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe a aquel que me envió; porque el más pequeño de ustedes, ese es el más grande”.
Juan, dirigiéndose a Jesús, le dijo: “Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros”.
Pero Jesús le dijo: “No se lo impidan, porque el que no está contra ustedes, está con ustedes”.
Reflexión: El verdadero poder del discípulo debe ponerse al servicio de los demás, es ahí donde se desarrolla plenamente el mandato del amor que nos dejó nuestro Maestro.