Bienaventurados los criados, a quienes el señor, al llegar los encuentre en vela
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas.
Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta.
¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlo.
¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!"
Reflexión: Permanezcamos atentos, serviciales y vigilantes como la esposa que espera la llegada de su esposo, para que el mismo Cristo Jesús nos invite a sentarnos en su banquete nupcial, el cual desea celebrar con nosotros, y a dar testimonio de la manera como Él mismo nos ha servido.