Lo ordinario es extraordinario sí lo vemos con los ojos de la fe
En aquel tiempo, mientras todos se admiraban por las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: "Escuchen bien esto que les digo: El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres".
Pero ellos no entendían estas palabras: su sentido les estaba velado de manera que no podían comprenderlas, y temían interrogar a Jesús acerca de esto.
Reflexión: Nosotros no debemos depender de eventos extraordinarios para alimentar nuestro camino espiritual, mucho menos si pasamos por alto realidades centrales como la vida sacramental o el Mandamiento del amor en algunos de nuestros espacios.