El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en su mano
Aquel que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra pertenece a la tierra y habla de la tierra. El que vino del cielo
da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie recibe su testimonio.
El que recibe su testimonio certifica que Dios es veraz.
El que Dios envió dice las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida.
El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos.
El que cree en el Hijo tiene Vida eterna. El que se niega a creer en el Hijo no verá la Vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.
Reflexión: A veces dudamos de orar por temor a que Jesús nos vaya a señalar el pecado y hacernos sentir culpables; pero debemos recordar que la fe en Dios jamás lleva a la condenación; incluso cuando hay motivo para recriminación, el arrepentimiento nos lleva, finalmente, a la plenitud de la vida
