En aquel tiempo, los fariseos le preguntaron a Jesús: cuándo llegará el Reino de Dios. Él les respondió: "El Reino de Dios no viene ostensiblemente, y no se podrá decir: 'Está aquí' o 'Está allí'. Porque el Reino de Dios está entre ustedes".
Jesús dijo después a sus discípulos: "Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán.
Les dirán: 'Está aquí' o 'Está allí', pero no corran a buscarlo.
Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre cuando llegue su Día.
Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación."
Reflexión: Pidamos al Señor la gracia para descubrir e interpretar los signos de los tiempos y no caigamos en el error de esperar una manifestación lejos de la prometida por Jesús. La conversión y los grandes signos comienzan al reconocernos faltos del amor de Dios.