Las consecuencias de la calamidad pública en la economía guajira

El alimento será principal necesidad de la gran mayoría de los guajiros en esta confinación que por culpa de la pandemia que ha decretado el presidente de los colombianos.

La Guajira
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La cuarentena decretada por el gobierno nacional se sentirá en los bolsillos de los guajiros.

La satisfacción de las necesidades de una sociedad se realiza a través del sistema económico, el cual se encuentra determinado por el rol y las dinámicas que a su interior cumplen los agentes y los sectores que en él participan, así observa esta situación el economista riohachero Cesar Arismendi Morales.
Los hogares como proveedores de la fuerza de trabajo, el aparato productivo y el Estado con las regulaciones fiscales, son los tres grandes agentes en un sistema económico simplificado, los cuales interactúan en el sector primario (agricultura, ganadería, caza, pesca, minería y silvicultura), el sector secundario (industria de transformación) y el terciario (comercio, servicios y finanzas).

El sistema económico es altamente sensible a las calamidades y mucho más si ellas tienen su origen en la salud pública, como la actual pandemia causada por el coronavirus, generando impactos contundentes e indeseados en las actividades productivas de bienes y servicios, cuyas consecuencias pueden ser desbastadoras.
En la economía global, nacional, regional y local el primero en sentir las consecuencias de la pandemia son los hogares, ya que estos se ven amenazados por el riesgo a morir de un número importante de sus miembros.

Por el descenso en la utilización del recurso humano del subsector, se descolgarán los ingresos por salarios, lo que finalmente termina contrayendo los consumos de los hogares de los trabajadores. La baja demanda de alimentos, le pegará fuertemente al subsector agropecuario (ganado vacuno) y a la pesca, iniciándose un proceso de desplazamiento a otras carnes y productos más baratos.

La actividad económica secundaria o industrial que no se encuentra asociada con la mitigación de la calamidad por salud pública, mermará en sus niveles de producción, dado que son considerados de consumos o gastos no prioritarios y que se pueden sustituir.
En La Guajira ya se sienten las consecuencias con el aplazamiento de eventos y festivales emblemáticos que mueven los circuitos económicos regionales y locales. La demanda efectiva de bienes locales tendrá una lenta dinámica, incluyendo los proyectos de explotación de hidrocarburos costa afuera y los 50 parques eólicos que se proyectan construir entre Uribia y Maicao.