Los funcionarios electos buscarán sacar adelante varios proyectos que han quedado regazados en la comunidad.
José Imitola, Heiner Jiménez, Ludis Alfaro, Yolima Orozco y Liliana Púa son quienes tendrán el reto de impulsar varios proyectos que anhela comunidad y que consideran que se han quedado en la mitad del camino, como el mega colegio que fue construido e inaugurado hace un año pero no ha entrado en funcionamiento por la falta de dotación y muros de cerramiento, el plan de agua y alcantarillado, así como los beneficios de baterías de baño.
El tema de salud es otro de los desafíos para la sociedad, debido a que sólo está atendiendo a pacientes de las EPS con las cuales el hospital tiene convenio y no tiene fuera de funcionamiento el área de emergencias, así como los espacios de recreación.
La inversión social en Paraguachón es nula y tiene al poblado en la extrema pobreza que alcanza a subsistir con el informal mototaxismo.
Los ediles sostienen que en Paraguachón en este momento todo es urgente y que la educación, el deporte y la recreación en general son de vital prioridad.
La ola migratoria del vecino país impactó duramente en el corregimiento, porque, si bien es cierto que había algunas oportunidades para sus habitantes, estas disminuyeron con la presencia de venezolanos que ocupan gran parte del trabajo informal que existe.
“Hay demasiados puestos de ventas, motos y carretillas”, sostiene uno de los ediles, quien afirma que los ingresos diarios no alcanzan los 15 mil pesos.
Las opciones de trabajo también están limitadas desde que el Gobierno venezolano decidió cerrar la frontera con lo cual el intercambio comercial se anuló, afectando la calidad de vida de los paraguachoneros.