El ineficiente servicio, la falta de profesionales, insumos y de medicamentos, muestran un panorama desfavorable para la salud de los cienagueros.
El hospital San Cristóbal de Ciénaga sufre su peor crisis, tal vez la más profunda de los últimos tres años que ha estado bajo la administración del actual gobierno departamental. Realmente su situación lo ha llevado a un estado comatoso que obliga a una intervención inmediata del gobierno nacional para poder salvarlo.
El ineficiente servicio, la falta de profesionales, insumos y de medicamentos muestran un panorama desfavorable para la salud de los cienagueros, quienes resultan ser los directamente afectados al igual que sus vecinos de los municipios de Pueblo Viejo y Zona Bananera, teniendo en cuenta que el Hospital San Cristóbal es la institución de segundo nivel de atención más cercana en la que esperan recibir una atención digna, ya que acudir a otros centros hospitalarios de este nivel implica mayor gasto para los usuarios, puesto que tendrían que trasladarse a Santa Marta e inclusive a otros departamentos.
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La deuda que tiene la ESE Hospital San Cristóbal de Ciénaga no solamente es económica, pues además de deberle pagos por prestación de servicios a personal médico asistencial y administrativo de distintas áreas, también tiene una deuda moral y social con la comunidad en general, ya que pone en riesgo la vida de muchos Magdalenenses que ven en esa Institución una solución a sus problemas de salud.
La UCI no está en funcionamiento; no obstante, paradójicamente tendrían personal de la salud contratado para el servicio, lo cual es improcedente teniendo en cuenta que, por normatividad de habilitación, si se cuenta con un servicio habilitado, este debería funcionar.
La crisis se agudiza cada vez más porque al no prestar los servicios como deben ser, se limita el flujo de recursos puesto que no hay como facturar; cabe mirar hacia atrás para darse cuenta de lo mal que están.
Desde el 2020 se evidencia una caída progresiva en el giro de los recursos. En el 2019 el giro fue de 15.117 millones 669 mil 218 pesos; en el 2020 de 14.442 millones 974 mil 623 pesos; en el 2021 de 13.213 millones 438 mil 996 pesos y en 2022 fue de 11.588 millones 322 mil 404 pesos.
La comunidad solicita el apoyo Nacional debido a que es una institución importante en el Magdalena que salva vidas.
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El detonante
El detonante de la situación que hoy presenta el hospital lo produjo el cierre de la Urgencias por la renuncia de personal médico y paramédico por la falta de sus salarios y demás prestaciones salariales.
La crisis provocada por el cierre de una de las áreas más importantes del hospital precipitó la renuncia del gerente de la época, el medico Jairo Romo, al declararse incapaz para resolver la crisis económica del centro asistencial.
Previo a la renuncia de Romo Ortiz, la Superintendencia Nacional de Salud, inicio un monitoreo estricto a la ESE, luego de que se decidiera cerrar la Urgencias por renuncia del personal médico.
Mediante un comunicado la entidad aseguró que se comunicó con el gerente de la ESE, Jairo Romo Ortiz, quien explicó que al contar con solo 7 de los 16 profesionales en medicina general necesarios para garantizar un oportuno servicio de urgencias, se habría generado un incumplimiento a la norma relacionado con la capacidad instalada requerida para prestar dicho servicio.
El superintendente Ulahy Beltrán se comprometió a un acompañamiento que al final no se hizo y que generó devolverle la confianza al departamento para que siguiera manejando el Hospital y en reemplazo de Romo se nombró a la profesional de la salud Zaray Terán quien había estado al frente del hospital local de El Retén.
La señora Terán alcanzó a durar un poco más de un mes al frente de la institución al no aguantar la presión de la crisis. Hoy el hospital San Cristóbal afronta una deuda de más de 40 mil millones de pesos y una mala prestación del servicio a los usuarios que lo hacen inviable.
