La paz de los sepulcros

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Paloma Valencia Laserna

Paloma Valencia Laserna

Columna: Opinión

e-mail: palomasenadora@gmail.com



La masacre en que las Farc asesinaron a once militares la madrugada del 15 de abril en el municipio de Buenos Aires, Cauca, confirma y vaticina los peores temores que el gobierno de Santos se empecina en negar.

Empezando por el esfuerzo de los altos mandos militares en afirmar que se trató de un "combate", cuando los comandantes del Ejército en el Cauca afirmaron que se trató de una emboscada contra soldados fuera de combate.

Para empezar, la masacre del 15 de abril confirma que las Farc no tienen palabra y que la credibilidad del grupo terrorista como sujeto confiable de interlocución resulta prácticamente nula.

Por supuesto que no es la primera vez que las Farc destruyen con acciones en Colombia lo que afirman con palabras en La Habana, pero una emboscada para asesinar por la espalda a una unidad del Ejército que no los estaba atacando es una cínica burla a la ya varias veces desmentida tregua que anunciaron. Pueda ser que el gobierno siga creyéndoles, pero la opinión pública no.

Se confirma la brutalidad, torpeza y anacronismo de este grupo terrorista. Si de verdad quieren hacer política electoral y ambientar una constituyente, ¿cómo es posible que piensen que este tipo de barbaridades les van a servir para algo? Esto confirma que las Farc siguen con la anacrónica y feroz receta de la combinación de las formas de lucha, convencidos de que el muro no ha caído y que la opinión es manipulable con un discurso al estilo Nicolás Maduro, ¡cuánta miopía!

También se confirma que el cese de los bombardeos contra las Farc, fue un error garrafal que la guerrilla solo utilizó para fortalecerse y arremeter con más violencia. Se confirma, en fin, que esta "voluntad de paz" de las Farc es la misma del Caguán, la misma de Casa Verde…la misma de siempre.

La masacre a su vez vaticina una terrible estrategia de las Farc en lo que queda del proceso: embestir con este tipo de actos terroristas hasta que el gobierno declare el cese bilateral. Vocero de esta extorsión fue el conocido extorsionista Pastor Alape, al anunciar desde La Habana que este tipo de "incidentes" continuarán mientras no se declare un cese bilateral del fuego.

Lo increíble es que con el gobierno de Álvaro Uribe, Colombia era un país que iba obteniendo la paz por la vía de la seguridad democrática. Ahora verificamos el sangriento aumento de la guerra por un tergiversado concepto sobre la paz. Porque la paz de las Farc no es la paz que queremos millones de colombianos, la paz de las Farc es la paz de los sepulcros.