Modernismo coherente y razonado

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jairo Franco Salas

Jairo Franco Salas

Columna: Opinión

e-mail: jairofrancos@hotmail.com



El modernismo del presente siglo requiere de manera urgente ajustes generacionales determinantes y relevantes entorno a la conducta de conquista, buena gestión, dosis apropiadas de políticas diversas y visión al futuro.

Este reto constituye una simplificación de las complejidades en el marco del desarrollo social, que implica conducir los destinos de un conglomerado; alternativa ésta que prioriza esfuerzos bien deliberados y organizados como un atractivo inmediato y seductor.

El aspecto valioso de esta propuesta se refleja en discusiones sensatas, objetivas y juiciosas con referentes a indicativos de necesidades insatisfechas que obstaculizan la materialización de una sociedad estructurada.

No debe entenderse esta estrategia conceptual de carácter sociológica, como una simple petición de la gente joven, sino como una necesidad urgente y prioritaria que privilegie la consolidación de una sólida y bien cimentada apuesta de iniciativas de orden social; este proceso va enfocado a la situación crítica del momento, articulada mediante un proceso digno, realista y eficaz que cuantifique y establezca las necesidades que permitan incluir dentro de un plan integral, un registro de afectaciones y revisión al proceso.

En aras de cristalizar estos desafíos en pro al desarrollo social es un imperativo ineludible evaluar aspectos que den validez a espacios de reflexión e interpretación; apostar todo el potencial de conocimientos que caracteriza la suma de esfuerzos y que abra caminos que den margen de maniobra a la ejecución de iniciativas, por lo que es fundamental concertar actividades de intercambio a un proceso de diálogo que conlleve al abordaje práctico de soluciones definitivas.

Es aconsejable no mirar desapasionadamente los compromisos, retos y desafíos antes por el contrario hay que asumirlos con optimismo y prosperidad que coadyuven a sembrar bases estructurales de una política auténtica en reconciliación, como punta de lanza de un esfuerzo que consagre soluciones, bajo un juicio de responsabilidades y con interlocutores válidos.

Dentro de estas perspectivas de cambio y transformación es menester implementar un proceso solidario con capacidad técnico operativa y humana aunada a todo un engranaje de supervisión y control para que dé resultado, incluso sometido a cualquier proceso crítico de puertas abiertas, capaz de enfrentar investigaciones y cuestionamientos por parte de los organismos de control del Estado colombiano.

De allí que es importante que la comunidad participe en las tomas de decisiones para que despierte de ese letargo que la mantiene sumida en la más profunda crisis.

Todas estas estrategias lideradas bajo un camino que conduzca a corregir errores; preparar un ambiente propicio e ideal dentro de un escenario de posibilidades que contribuyan a adentrarnos a un mundo globalizado; bajo esta contextualización es transcendental una instrucción social novedosa que no sea una copia de proyectos trasnochados, golpeados por el comportamiento social anormal, por el contrario adoptarlo como un elemento fundamental que nos impulse a excelentes metas, hacia el mejoramiento en procura siempre de ubicarnos en posición de un ejemplar escenario.

En este sentido es imprescindible recordar que la educación enriquece la cultura, primera condición para la libertad, la democracia y el desarrollo sostenible de cualquier pueblo en el mundo; de tal manera que nuestras actuaciones deben afianzarse al contorno de elevados estándares en procedimiento apegados a la comunicación interpersonal y con valoración adecuada para enfrentar cualquier clase de riesgo.

Siendo aquí relevante establecer canales de atención para la concertación y deliberación de criterios éticos e iniciativas conducentes a establecer un riguroso liderazgo, coherente y transparente, que despierte, oriente y logre crear conciencia sobre puntos neurálgicos, constructivos de coincidencia frente a urgencias derivadas de advertencias que permitan sobreponernos y levantarnos cuando hemos caído en situaciones de desgracia; diatriba en referencia que acentúa una opción de espacios y que exigen profunda prudencia para resolver los dilemas.