Los nuevos héroes

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Eliecer Avendaño Restrepo

Eliecer Avendaño Restrepo

Columna: Nueva Misión y Visión

e-mail: eliecerjoavre@hotmail.com



Mirando desprevenidamente el desfile del 20 de Julio, observé un grupo que venía marchando con toda la gallardía y orgullo patrio, con la frente en alto, obedeciendo con toda exactitud, el Cher, dos, tres, cuatro, comportamiento militar, marcando el paso y haciendo honores al pueblo colombiano, saludando el palco presidencial, mano derecha extendida en la frente, brazo izquierdo moviéndose, era tanta la expresión de satisfacción del deber cumplido que irradiaban una gran luz que iluminaba la gran parada militar. El impacto que sentí en lo mas profundo de mi ser al observar que en la mayoría de ellos, en una de sus piernas tenían una cubierta blanca semejante a una polainas, me levanté de la cama y me acerqué a la pantalla, para ver mejor y quedé estupefacto: Veía a hombres que habían perdido un miembro de su cuerpo y se los sustituyeron por uno artificial, sin embargo marchaban cual valeroso soldado, orgullos de su estirpe, de su raza, de su Patria, de Colombia. Su voluntad era férrea, mostraban su gran sacrificio en bien del pueblo buscando la disminución de la violencia, para hallar una paz, que nunca repita los horrores de una guerra fratricida como la nuestra y también anunciarle a viva voz a quienes solo buscan mantener la confrontación por intereses personales, económicos y políticos: ¡Que ya basta, que queremos la paz! Pero gritarle con ese gesto pétreo, de hombres de hierro a aquellos que tienen el alma oscurecida por el odio, que usan la diatriba ofensiva y la invitación a continuar la senda de la muerte y la destrucción, que no son capaces de comprender que la convivencia pacífica es la mejor seguridad ciudadana y la base para un progreso continuo y un desarrollo social humanizado, ellos no quieren eso, quieren la lucha armada como fórmula de gobierno, lo peor de todo es que los acompañan esbirros y seguidores enceguecidos por las promesas de lucha, donde pueden mostrar su capacidad destructiva que es lo único que los alienta para ser reconocidos y mostrar que tienen un lugar en la sociedad, aunque sea en el lado oscuros del contrario a la ley y haciendo parte de la legión de los ángeles del Averno.
El amor a nuestra patria Colombia, también es necesario expresarlo a nuestras fuerzas armadas y también a todos los ciudadanos, a ellos porque nos defienden de quienes quieren subvertir el orden constitucional y crear el caos administrativo, a fin de apoderarse de bienes que no les pertenecen y al procomún porque son parte de la nación, con derechos y deberes dentro de un marco legal, el cual se le debe aplicar estrictamente, sea su condición social, política o económica, siempre con equidad y justicia. Hablar de amor a la Patria, pensando en crear actividades para evitar la obtención de una paz verdadera y duradera, es ser el apátrida mas grande de Colombia y buscar convulsionar el país, solo para conseguir que siga reinando la filosofía del terror y ser ellos los supuestos adalides de la salvación y la seguridad, sin importar los medios para llegar a sus oscuros fines, ser los defensores de un terrible enemigo interno, deja mas dividendos políticos que salir a las plazas públicas a proponer planes y programas que construyan un nuevo futuro.
De todas maneras nuestras fuerzas armadas son incólume y tienen claro sus propósitos, solo debemos respetarlas y retribuirles sus grandes sacrificios a través de la historia donde siempre han acompañado la democracia en todas las circunstancias. Querer corromperlas y engañarlas con falaces rumores, es ser de otro lugar diferente a nuestra Nación, es estar urdiendo un complot para desestabilizar el país para que ingresen fuerzas transnacionales que se apoderen de nuestra identidad y de nuestra economía, promoviendo la cultura del ataque exterminador de las diferencias ideológicas y políticas, contra quienes se atrevan a pensar en sí mismo y en los demás.