Benito Juárez, 'Benemérito de las Américas'

Columnas de Opinión
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Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



Siempre asocié el nombre de Benito Juárez con el del filólogo y político colombiano Marco Fidel Suárez. Sin duda se trata de dos ilustres personajes que se elevaron por sus propios medios desde la pobreza de sus hogares hasta alcanzar la presidencia de la república en sus respectivos países.
De nuestro modesto paisano llegó a decirse que en la endeble pared de su casa abrió un pequeño hueco para que pasara la luz del vecino y así poder estudiar por las noches.
De Juárez, huérfano de padre y madre a los tres años, se cuentan sus dificultades para superar sus años de infancia hasta llegar a ser no solo la persona más importante de su época en México sino un adalid en el contexto latinoamericano.
Pero no estableceremos el paralelo que existe entre estas dos vidas meritorias. Nos interesa, por ahora, señalar que Benito Juárez fue un abogado y político mexicano de origen indígena zapoteca. Nació en San Pablo Guelatao, Oaxaca, el 21 de marzo de 1806. Fue presidente de México en varias ocasiones, entre el 18 de diciembre de 1857 y el 18 de julio de 1872. Se lo conoce como el 'Benemérito de las Américas' y con frecuencia se cita una frase suya: "Entre los individuos, como entre las naciones, el derecho ajeno es la paz". Juárez ordenó fusilar a Maximiliano de Habsburgo, el emperador que Napoleón III había entronizado en México. Corría el año 1867.
Contrasta con la gloria del prócer mexicano la situación de la ciudad que lleva su nombre. En efecto, Ciudad Juárez, situada en el estado de Chihuahua, padece desde 1993 el flagelo de la desaparición, tortura, violación y asesinato de infantes y jóvenes, preferiblemente mujeres, de entre quince y veinticinco años. Los datos son alarmantes: en 2009 hubo 2632 asesinatos. En 2010 la cifra subió a 3100. Según un sociólogo de apellido Pantaleo, "el TLCAN (Tratado de Libre Comercio con América del Norte), como un enfoque capitalista, ha creado directamente una devaluación de la mujer y un aumento de la violencia ejercida." Otro investigador interesado en el tema dice que "en el tiempo comprendido desde la aplicación del TLCAN y el año 2001 la tasa de homicidios para las mujeres se incrementó en un 600%."
Como es sabido, Ciudad Juárez está en la orilla mexicana del Río Bravo, frontera natural con los Estados Unidos. Del otro lado está la ciudad de El Paso, lugar apetecido por los latinoamericanos que pretenden ingresar ilegalmente al país del Norte. Pero las desapariciones, violaciones y hasta desmembramientos no obedecen solo a las adversidades que salen al paso de quienes desean emigrar.
Se dice que las factorías instaladas en Ciudad Juárez atraen a muchos jóvenes de otras poblaciones, que abandonan sus estudios para trabajar como maquiladores en estas empresas, donde se les explota con salarios bajos e inestabilidad en el empleo, entre otras vejaciones.
Las maquiladoras, hay que explicar, son obreras encargadas del trabajo manual en el proceso de un producto dentro de una fábrica.
La preocupación que estos feminicidios han causado en la sociedad latinoamericana se refleja en la producción de películas como 'La ciudad del silencio', 'La Virgen de Juárez' y 'El Traspatio'. Además, se denuncia en los documentales 'Hecho en Juárez', 'Una noche en Juárez', 'Bajo Juárez, la ciudad devorando a sus hijas', 'Juárez, la ciudad donde las mujeres son desechables' y 'Silencio en Juárez'. Actualmente la ONG 'Nuestras hijas de regreso a casa' realiza ingentes esfuerzos para detener tan ignominiosa situación y, sobre todo, para lograr justicia, porque ese ultraje no lo merece el 'Benemérito de las Américas'.