Albert Camus y la moral en el fútbol

Columnas de Opinión
Tamaño Letra
  • Smaller Small Medium Big Bigger

Escrito por:

José Vanegas Mejía

José Vanegas Mejía

Columna: Acotaciones de los Viernes

e-mail: jose.vanegasmejia@yahoo.es



En estos días de fútbol mundial vale la pena mencionar a uno de los intelectuales que mejor habló de este deporte, y que lo practicó durante su juventud. Nos referimos a Albert Camus, novelista, dramaturgo, ensayista, filósofo y periodista que recibió el Premio Nobel de Literatura en 1957. Dos años más tarde perdió la vida en un absurdo accidente automovilístico.
Albert Camus nació en Mondovi, Argelia, colonia francesa en el norte de África el 7 de noviembre de 1913. Allí pasó su infancia y parte de su juventud antes de radicarse en París. Vino al mundo en el seno de una familia muy modesta. Su padre murió en la I Guerra Mundial; su madre se dedicó a limpiar casas y su abuela le daba tremendas tundas cuando llegaba a casa con el calzado roto. Esta fue una de las razones que lo llevaron a ocupar el puesto de arquero, porque en tal posición conservaba más los zapatos. Pero antes de situarse bajo los tres palos había sido delantero.
En 1935 publicó su primer libro: 'El revés y el derecho'. El autor tenía veintidós años de edad. Albert Camus militó en el partido comunista; poco después renunció a él. Frecuentó los cafés y las tertulias que en el Barrio latino de París animaban famosos escritores y filósofos, entre ellos Jean-Paul Sartre. Por esa época, 1942, Camus publicó 'El extranjero'. Este relato y 'El mito de Sísifo' fueron acogidos por la crítica literaria con grandes elogios y abonaron definitivamente la senda del escritor. Después vendrían obras de gran reconocimiento en el mundo de las letras universales: 'Bodas', 'La muerte feliz', 'La peste', 'La caída', 'El hombre rebelde', 'El exilio y el reino', 'El verano' y otras.
Pero alternemos su actividad literaria con su pasión por el fútbol. Decía Camus en una entrevista: "Aprendí pronto que una pelota no llega a uno por donde uno espera que venga. Eso me ayudó mucho en la vida, sobre todo en las grandes ciudades, donde la gente no va siempre "de frente", porque después de muchos años en que el mundo me ha permitido variadas experiencias, lo que más sé, a la larga, acerca de moral y de las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol; lo aprendí con mi equipo, el Racing Universitario de Argel". ¡Cómo contrasta esta afirmación con las palabras del DT de la selección de Uruguay, quien opina que el deporte es cuestión de fuerza, no de moral sensiblera!

Albert Camus llegó a hacer vida monacal en la población de Lourmarin, Francia, y alcanzó a firmar cartas con el seudónimo Hermano Alberto O. D. (Orden de los Dominicos). Cuando murió fue sepultado en el cementerio de esa ciudad. En su obra "El primer hombre", Camus relata muchos episodios de su vida en el fútbol. Afirma: "Sí, lo jugué varios años en la Universidad de Argel. Me parece que fue ayer. Pero cuando en 1940 (Camus tenía veintisiete años) volví a calzarme las botas, me di cuenta de que no había sido ayer".
También hablan con propiedad sobre el fútbol el escritor uruguayo Eduardo Galeano, autor de 'La venas abiertas de América Latina' y el exfutbolista Jorge Valdano, quien ha escrito varios libros sobre este deporte y ahora es cotizado comentarista en prestigiosos medios de comunicación. Al fútbol y a muchas de sus figuras cantaron poetas como Rafael Alberti y Miguel Hernández. Pero fue Camus quien más contribuyó a que este deporte perdiera el estigma de opio del pueblo, aunque nunca nadie pudo convencer a Borges de lo contrario.