Es impresionante el alboroto que se ha formado por todo el país, en torno al tema de la contaminación por carbón de las aguas del Mar Caribe frente a Santa Marta, debido a las operaciones de cargue desde el almacenamiento en tierra hasta las bodegas de los buques a través de las tales barcazas.
Personalmente tuve durante 1991 una ligera experiencia en un primer intento de averiguar si cargar carbón a los buques por la zona de impacto turístico podía ser excluyente o coexistente con el turismo.
Para ese ejercicio el Departamento de Promoción y Desarrollo de la Cámara de Comercio de Santa Marta, avalado por su Presidente Ejecutivo, gestionamos una asesoría técnica de la Organización Mundial del Medio Ambiente, con el apoyo de la Corporación Sierra Nevada de Santa Marta y el Ministerio del Medio Ambiente.
El organismo internacional prestó la asesoría, sin costo para Colombia, mediante la presencia de un experto inglés con quien visitamos todos los lugares de atracción turística y cargue de carbón en los diferentes puertos carboneros de la zona. El Informe Final, con las observaciones y recomendaciones fue presentado a la Directiva de la Cámara de Comercio.
Desde entonces he observado que los gremios de Santa Marta han sido pasivos ante los procesos de desarrollo en actividades económicas, distintas del turismo que benefician al Distrito Turístico Cultural e Histórico de Santa Marta.
Por otra en 2000, José Santamarta en su estudio Turismo y medio ambiente considera que el turismo es hoy la mayor industria mundial y una de las que más afecta al medio ambiente; afirma que el turismo tiene efectos positivos, pero también negativos. Entre los positivos está la creación de empleo, el incremento de los ingresos económicos, el permitir mayores inversiones en la conservación de espacios naturales, el evitar la emigración de la población local, la mejora del nivel económico y sociocultural de la población local, la comercialización de productos locales, el intercambio de ideas, costumbres y estilos de vida.
Entre los efectos negativos está el incremento del consumo de suelo, agua y energía, la destrucción de paisajes al crear nuevas infraestructuras y edificios, el aumento de la producción de residuos y aguas residuales, la alteración de los ecosistemas, la pérdida de valores tradicionales y de la diversidad cultural, el aumento de la prostitución (turismo sexual), el tráfico de drogas y las mafias.
La Universidad Sergio Arboleda llevó a cabo recientemente, después de 2008, un estudio de investigación denominado ¨Es posible la coexistencia entre los puertos carboneros y el turismo de Santa Marta?¨ bajo la coordinación de Andrés José Sánchez Vittorino y Carlos Guzmán Candanoza Rosenstand.
En esa investigación se ensaya el impacto económico, social y ambiental que los puertos carboníferos han creado en el Distrito de Santa Marta, y su permisibilidad para coexistir con el magnífico atractivo turístico de la región.
Las conclusiones y recomendaciones son muy interesantes para concretarlas en un mediano y largo plazo. Por ejemplo ¨…se comprobó que el conflicto entre los puertos carboneros y el turismo no radica en que tan cerca este uno del otro, sino en la tecnología limpia que se aplique, en las buenas prácticas, en los procesos logísticos y sobre todo, y quizás el más importante de todos, en tener una idónea integración entre los componentes portuarios y urbanos. ¿De qué sirve implementar los más altos estándares de calidad y procesos logísticos en los terminales carboneros si estructuralmente no se tiene bien configurada la ciudad en materia urbana, cultural y de infraestructura?