Los 'ismos' de la política colombiana

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Cecilia Lopez Montaño

Cecilia Lopez Montaño

Columnista Invitada

e-mail: cecilia@cecilialopez.com



El carácter caudillista de la política colombiana siempre se ha hecho evidente con los 'ismos' que siempre se han puesto a los nombres de sus líderes. El 'Lopismo', el 'Turbayismo', el 'Alvarismo', el 'Pastranismo', el 'Gavirismo, el 'Samperismo, el 'Uribismo', etc…

Y eso dio origen a que las personas ubicadas en cada una de estas corrientes se denominaran, lopistas, turbayistas, pastranistas, uribistas, etc... Pero como en este país, la política --que es un desastre nacional-- no pierde la capacidad de caer en casos peores, ahora resulta que el 'Uribismo' ha llegado a algo que ninguno de nuestros líderes políticos anteriores se había atrevido a hacer: ponerle a su movimiento -- que aspira a convertirse en Partido político --, su apellido como parte del nombre oficial de la agrupación política. Es decir, el ex Presidente Avaro Uribe Vélez resolvió que su movimiento se llamará: 'Uribe, Centro Democrático'.

Es decir los 'ismos' propios de nuestra pobre forma de ejercer la política, llegaron ahora sí al colmo de los colmos. ¿Por qué lo hizo el ex Presidente Uribe? Es la pregunta que muchos nos hacemos. Un exceso de ego no sería sorprendente porque su incapacidad de aceptar que ya no es Presidente y que ha desdibujado su imagen --aún entre los que siempre lo ha seguido, la extrema derecha colombiana --, es una explicación posible, pero definitivamente insuficiente.

Más bien o adicional a la razón 'ego', sería necesario mirar si lo que realmente hay detrás de ese absurdo nombre, es la debilidad de sus seguidores en las listas de pre-candidatos presidenciales y de potenciales futuros miembros del Congreso. Son o tan flojos, o tan cuestionados, o tienen tan pocos votos los que conforman estas listas que sin el nombre de Uribe van a hacer el gran oso nacional. ¿Pero alguien se ha puesto a pensar sobre las consecuencias de esta realidad?

Más que gente que comparte sus ideales, o mejor dicho, sus ideas de extrema derecha, lo que ese grupo político va a tener es miembros con la peor característica que puede tener un movimiento político. Lejos de compartir ideas con el jefe, serán una agrupación de 'agradecidos'.

Es decir personas que siempre le deberán al expresidente Uribe el haber entrado a la política sin haber pasado por la carrera normal -- desde niveles bajos--, que todo colombiano tiene que sortear con éxito. Crítica cero, genuflexiones todas, porque cualquier disidencia u opinión distinta a la del gran benefactor será tomada como una vil traición. ¿Recuerdan el que no está conmigo esta contra mí?

Como la democracia se construye con las divergencias resueltas de manera civilizada en el escenario político, ese movimiento 'Uribe, Centro Democrático' será todo menos un movimiento político, y más bien nacerá y existirá como una secta. Esto es lo peor que le puede suceder a un país como Colombia, en proceso de hacer crecer una democracia aún débil e incompleta.

No se auguran buenos vientos a esta concreción de los 'ismos' en la política. Por sus banderas, por la forma como se está conformando y por su nombre mismo, no va a ser un nuevo partido político con las características que se requiere para que se aparte de estos partidos decadentes que actualmente tiene el país.

Por el contrario, si obtiene los votos que se anuncian, tendrá una sola voz, la de Uribe, acompañada de 'ángeles y arcángeles' agradecidos, que solo le harán la venia a lo que diga el jefe del 'Uribismo'. Que delicia no estar en ese Congreso de la República con semejantes actores.